La delegada del Bienestar en Chihuahua, Carmen Julia Prado, se pronunció en contra de las recientes protestas violentas de migrantes en Los Ángeles, California, desatadas tras operativos migratorios del gobierno estadounidense. Según la funcionaria, estas manifestaciones no son la vía adecuada para exigir derechos y solo agravan la situación de los migrantes mexicanos en el exterior.
Prado, representante del gobierno federal en la región, señaló que las acciones violentas no representan los intereses de la comunidad migrante y podrían generar una percepción negativa hacia los mexicanos en Estados Unidos. Enfatizó que el gobierno de México, encabezado por Claudia Sheinbaum, busca soluciones pacíficas y diplomáticas para atender el fenómeno migratorio.
Las protestas en Los Ángeles surgieron como respuesta a redadas masivas realizadas por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), donde se reportaron al menos 120 detenciones. Estas acciones forman parte de la política migratoria endurecida del presidente Donald Trump, quien ha prometido intensificar los operativos contra indocumentados.
La delegada destacó que el gobierno mexicano ha activado mecanismos de protección consular para asistir a los detenidos, asegurando que reciban asesoría legal y un trato justo. Sin embargo, cuestionó la falta de coordinación entre las autoridades estadounidenses y el gobierno de California, lo que derivó en el uso de la Guardia Nacional sin autorización del gobernador Gavin Newsom.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum también se refirió a los disturbios, calificándolos como posibles actos de provocación. Desde la Ciudad de México, reiteró su compromiso con la defensa de los derechos humanos de los mexicanos en el exterior, pero llamó a la comunidad a evitar caer en confrontaciones que puedan ser aprovechadas políticamente.
En Chihuahua, la preocupación crece entre las comunidades con familiares en Los Ángeles, una ciudad con una fuerte presencia de migrantes chihuahuenses. La gobernadora Maru Campos y el presidente municipal de Chihuahua, Marco Bonilla, anunciaron que emitirán un pronunciamiento oficial sobre la situación, exigiendo respeto a los derechos de sus paisanos.
Prado insistió en que el gobierno de Morena está comprometido con una migración ordenada y segura, pero sus declaraciones no pasaron desapercibidas. Algunos críticos locales consideran que la postura oficial evade la responsabilidad de México en la crisis migratoria, mientras las redadas en Estados Unidos continúan generando tensión.
La delegada también aprovechó para defender los programas sociales del Bienestar, asegurando que estos buscan apoyar a las comunidades vulnerables, incluidas las de migrantes retornados. Sin embargo, no mencionó estrategias concretas para atender la situación actual en Los Ángeles, lo que ha generado dudas sobre la efectividad de las políticas migratorias del gobierno federal.
Mientras tanto, en Los Ángeles, la alcaldesa Karen Bass expresó su indignación por las detenciones y el despliegue de la Guardia Nacional, acusando al gobierno federal de actuar sin consultar a las autoridades locales. Este conflicto ha intensificado el debate sobre las políticas migratorias en ambos lados de la frontera.
La situación en Los Ángeles sigue siendo un reflejo de las tensiones migratorias entre México y Estados Unidos. Las declaraciones de Prado y Sheinbaum buscan calmar los ánimos, pero la falta de soluciones claras y el endurecimiento de las políticas de Trump mantienen en vilo a miles de familias mexicanas.