La histórica elección judicial del 1 de junio de 2025, donde por primera vez los mexicanos votaron para elegir jueces, magistrados y ministros, dejó un sabor agridulce. Con una participación nacional de apenas el 13.01 por ciento, el proceso impulsado por Morena y el gobierno de Claudia Sheinbaum no logró movilizar a las masas, a pesar de ser presentado como un ejercicio democrático sin precedentes.
Coahuila se alzó como el estado con mayor participación, alcanzando un sorprendente 24.25 por ciento. Le siguieron Veracruz con 19.53 por ciento y Durango con 19 por ciento, mostrando un interés ciudadano que contrastó con el promedio nacional. Estos resultados destacan especialmente porque Coahuila y Durango son gobernados por el PRI, mientras que Veracruz es un bastión de Morena.
Por el contrario, estados donde Morena tiene fuerte presencia, como Baja California, Sonora y Baja California Sur, registraron participaciones decepcionantes, con 8.8, 9.5 y 9.2 por ciento respectivamente. Incluso en la Ciudad de México, controlada por el oficialismo, solo el 12.5 por ciento del electorado acudió a las urnas, un dato que pone en duda la capacidad de movilización del partido gobernante.
El Estado de México, otro bastión morenista, también quedó rezagado con un 12.33 por ciento, ubicándose en el lugar 18 a nivel nacional. A pesar de que movilizó a un millón 627 mil 896 votantes, esta cifra palidece frente a los 13.2 millones de electores registrados en la entidad, evidenciando la falta de interés en la reforma judicial promovida por el gobierno federal.
Jalisco y Guanajuato, gobernados por Movimiento Ciudadano y el PAN respectivamente, fueron los estados con menor participación, con 7.08 y 7.02 por ciento. En Jalisco, la abstención fue notable incluso en Guadalajara, donde líderes de Movimiento Ciudadano, como el gobernador Pablo Lemus, no votaron, reflejando un rechazo al proceso electoral.
La región sureste del país mostró un mejor desempeño. Estados como Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán, que conforman la región electoral número 3, registraron participaciones entre el 13 y el 19.53 por ciento, superando el promedio nacional. Esto sugiere que la elección judicial tuvo mayor resonancia en el sur que en el norte o el centro.
El proceso, que buscaba legitimar la reforma al Poder Judicial impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, enfrentó críticas por su baja participación y la complejidad de las boletas. Con seis boletas federales y hasta 12 en algunos estados, muchos votantes reportaron confusión, lo que pudo contribuir al alto índice de abstención.
A pesar de los 13 millones de votos emitidos a nivel nacional, la elección judicial no alcanzó las expectativas del oficialismo. Sheinbaum calificó la jornada como un éxito, pero los números revelan un desafío para Morena: conectar con un electorado que, en su mayoría, optó por no participar en este experimento democrático.
Los resultados definitivos se conocerán hasta el 15 de junio, tras el conteo de votos que inició el 1 de junio. Mientras tanto, la baja participación y el contraste entre estados gobernados por la oposición y los de Morena abren un debate sobre la efectividad de esta reforma y su aceptación entre los mexicanos.