El presidente Donald Trump ha elevado el tono de su discurso contra los migrantes, calificando su llegada a Estados Unidos como una “invasión” que amenaza la seguridad nacional. En un reciente evento en Los Ángeles, Trump justificó el despliegue de fuerzas federales para realizar operativos contra migrantes indocumentados, generando una ola de protestas en la ciudad.
La retórica de Trump, cargada de señalamientos contra los migrantes, ha sido acompañada por acciones concretas. El sábado, se reportó el envío de 2,000 efectivos de la Guardia Nacional a Los Ángeles para contener las manifestaciones desatadas por las redadas masivas. Estas operaciones, según el presidente, buscan detener a “criminales” y proteger la soberanía del país.
En Los Ángeles, las redadas han generado tensión en comunidades migrantes. Al menos 65 trabajadores indocumentados fueron detenidos en operativos descritos como “selectivos” por la administración Trump. Residentes de la ciudad han salido a las calles, denunciando lo que consideran un ataque racista y desproporcionado contra los migrantes.
El gobernador de California ha criticado duramente la decisión de Trump, argumentando que el envío de tropas federales es “intencionadamente inflamatorio” y solo intensifica las tensiones. Según el mandatario estatal, estas acciones erosionan la confianza pública y afectan la convivencia en una ciudad conocida por su diversidad.
Organizaciones de derechos humanos han condenado las redadas, señalando que muchos de los detenidos son trabajadores sin antecedentes penales. Activistas en Los Ángeles han organizado marchas y vigilias, exigiendo el cese de los operativos y la protección de los derechos de los migrantes.
Trump, por su parte, ha defendido su postura, acusando a la “izquierda radical” de instigar las protestas y financiar el desorden. En un mensaje en redes sociales, el presidente aseguró que mantendrá una política de “tolerancia cero” frente a la inmigración ilegal, prometiendo más operativos en otras ciudades.
La situación en Los Ángeles refleja un creciente clima de polarización en Estados Unidos. Mientras algunos sectores apoyan las medidas de Trump, otros las ven como una violación a los valores de inclusión y diversidad que han caracterizado a la ciudad.
El impacto de estas redadas no se limita a los migrantes. Comercios locales reportan una caída en sus ventas, y muchas familias han optado por permanecer en sus hogares por temor a ser detenidas. La incertidumbre se ha apoderado de comunidades enteras.
A pesar de las críticas, Trump insiste en que sus políticas son necesarias para “restaurar el orden” y proteger a los ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, las protestas en Los Ángeles sugieren que estas medidas podrían enfrentar una fuerte resistencia en los próximos días.
La crisis en Los Ángeles pone en evidencia los desafíos de la política migratoria en Estados Unidos. Mientras el debate continúa, miles de migrantes viven con el temor de ser el próximo objetivo de los operativos federales.

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Trump intensifica su retórica antimigrante y desata operativos federales en Los Ángeles
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