El viernes 6 de junio, la ciudad de Los Ángeles vivió una jornada de tensión tras una serie de operativos migratorios realizados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, conocido como ICE. Las redadas resultaron en la detención de al menos 50 personas, en su mayoría de origen mexicano, según confirmó Carlos González Gutiérrez, cónsul general de México en Los Ángeles.
Los operativos se llevaron a cabo en distintos puntos de la ciudad, incluyendo el Distrito de la Moda, una zona conocida por emplear a muchos trabajadores migrantes, y en áreas de reunión de jornaleros, como el Distrito de Westlake. Estas acciones desataron protestas de activistas y miembros de la comunidad que intentaron impedir las detenciones, enfrentándose a agentes federales.
De acuerdo con reportes, las autoridades utilizaron tácticas agresivas, incluyendo granadas aturdidoras y gas pimienta para dispersar a los manifestantes. En uno de los operativos, el presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio, David Huerta, fue detenido por obstruir el trabajo de los agentes, según informó el periódico Los Angeles Times.
Carlos González Gutiérrez alertó sobre un aumento preocupante en las detenciones de migrantes, especialmente de aquellos que acuden a sus citas en cortes migratorias. El cónsul recomendó a la comunidad mexicana asistir a estas audiencias acompañados de un abogado o solicitar que se realicen de manera virtual para minimizar riesgos.
El gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, expresó su profunda preocupación por estos operativos. La dependencia activó de inmediato mecanismos de asistencia consular para garantizar que los mexicanos detenidos reciban asesoría legal y un trato justo.
Personal de los consulados de Los Ángeles, San Bernardino y Santa Ana ha intensificado sus esfuerzos, visitando centros de detención para localizar a ciudadanos mexicanos y brindarles apoyo. La Secretaría de Relaciones Exteriores reiteró su compromiso de proteger los derechos de los connacionales, independientemente de su situación migratoria.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, calificó estas redadas como una estrategia para sembrar terror en la comunidad migrante. Por su parte, el gobernador de California, Gavin Newsom, las describió como acciones crueles y caóticas, criticando su impacto en la seguridad ciudadana.
Estas redadas se producen en un contexto de endurecimiento de políticas migratorias en Estados Unidos, lo que ha generado un ambiente de incertidumbre para las comunidades migrantes, especialmente en ciudades santuario como Los Ángeles. La comunidad mexicana ha sido una de las más afectadas por estas operaciones.
El Consulado de México en Los Ángeles ha puesto a disposición números de emergencia para quienes requieran asistencia, destacando el Centro de Información y Asistencia a Mexicanos, disponible las 24 horas. La respuesta consular busca mitigar el impacto de estas detenciones en las familias mexicanas.
Mientras tanto, las protestas continúan en varios puntos de la ciudad, con organizaciones civiles y activistas exigiendo un alto a las tácticas agresivas y el respeto a los derechos humanos de los migrantes. La situación sigue siendo tensa en Los Ángeles, con la comunidad migrante en alerta ante posibles nuevos operativos.