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Morena consolida su control sobre el Poder Judicial con 12 nuevos cargos

En un movimiento que sacude la estructura del Poder Judicial, el partido Morena ha logrado posicionar a 12 de sus candidatos en puestos clave tras las elecciones del pasado 1 de junio. Este avance, que amplía su influencia de tres a 12 posiciones, genera preocupaciones sobre el equilibrio de poderes en México.
La jornada electoral, marcada por una participación ciudadana de apenas el 10% en Chihuahua, ha sido calificada por críticos como una maniobra para consolidar el dominio de Morena. Las acusaciones de manipulación, incluyendo el uso de “acordeones” para orientar el voto, han ensombrecido el proceso.
Ministras como Lenia Batres y Loretta Ortiz, electas en este proceso, han defendido su compromiso con el pueblo. Batres, propuesta originalmente por el ex presidente López Obrador, aseguró que su prioridad será combatir la corrupción judicial y promover la austeridad. Sin embargo, las promesas no calman las dudas sobre la independencia judicial.
Por su parte, Loretta Ortiz, ratificada en su cargo, celebró la elección como un hito histórico. Según ella, el voto popular marca una nueva etapa para la Suprema Corte, aunque no mencionó cómo garantizará la imparcialidad en un contexto de creciente influencia política.
El proceso no estuvo exento de controversias. Organizaciones como Proyecto Justicia Común denunciaron la “operación acordeón”, un supuesto esquema donde funcionarios públicos promovían a candidatos afines a Morena, comprometiendo la transparencia de la elección.
En Chihuahua, la participación electoral fue baja, con estimaciones de entre 350 y 360 mil votantes. Brighite Granados, presidenta estatal de Morena, defendió el proceso, comparándolo con consultas previas, aunque reconoció que la logística, como el diseño de boletas, debe mejorar.
Críticos aseguran que esta elección debilita la división de poderes. La Suprema Corte, ahora dominada por candidatos ligados a Morena, podría perder su autonomía, convirtiéndose en un instrumento del oficialismo. Las acusaciones de sobrerrepresentación legislativa agravan estas preocupaciones.
A pesar de las críticas, Morena insiste en que esta reforma democratiza el Poder Judicial. Sin embargo, la baja participación y las denuncias de irregularidades plantean un futuro incierto para la justicia en México, con un sistema judicial cada vez más alineado al partido en el poder.

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