El padre de Elon Musk, Errol Musk, ha desatado controversia al hablar sobre el reciente conflicto entre su hijo y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En una declaración desde Moscú, donde participa en el Foro del Futuro 2025, Errol aseguró que la tensión entre ambos se debe al enorme estrés que enfrentan al lidiar con los retos heredados de la administración anterior. Sus palabras han generado revuelo en el ámbito político y empresarial.
Errol Musk, quien no mantiene una relación cercana con su hijo, señaló que Elon no comprendió la naturaleza de la política al involucrarse con Trump. Según él, el magnate tecnológico carece del don de la palabra y de las habilidades necesarias para navegar el complicado mundo de la política. Estas críticas llegan en un momento delicado para Elon, quien enfrenta desafíos en sus empresas y una percepción pública cada vez más polarizada.
La disputa entre Musk y Trump comenzó a tomar forma en los últimos días, con rumores de desencuentros relacionados con el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que Musk lideró brevemente. Errol afirmó que su hijo no estaba preparado para el entorno político, describiendo la política como una “piscina humana” donde incluso los mejores luchan por mantenerse a flote. Sus comentarios pintan un panorama crítico sobre las decisiones de Elon.
El contexto de esta ruptura es relevante: Musk, conocido por ser el hombre más rico del mundo y líder de Tesla y SpaceX, asumió un rol como asesor de Trump tras su regreso a la presidencia. Sin embargo, su gestión en el DOGE generó controversia, incluyendo despidos masivos de trabajadores federales y recortes en ayuda humanitaria, lo que desató críticas y protestas de diversos sectores.
A esto se suma la caída en las ventas de Tesla, con reportes indicando una reducción de dos terceras partes en las ganancias de la empresa este año. Los boicots y protestas contra Musk, derivados de sus posturas políticas y decisiones empresariales, han afectado la imagen de la marca. Errol no dudó en destacar estas dificultades, señalando que su hijo atraviesa uno de los momentos más complicados de su carrera.
Por otro lado, la relación entre Musk y Trump se ha deteriorado rápidamente. Según fuentes cercanas, ambos acordaron que Musk regresaría a sus negocios, dejando atrás su rol en el gobierno. Sin embargo, las acusaciones de Musk sobre la supuesta aparición de Trump en la lista de Jeffrey Epstein han añadido más leña al fuego, generando un escándalo que ha captado la atención de los medios internacionales.
El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, salió en defensa de Trump, negando categóricamente las acusaciones de Musk y destacando que el presidente no tiene vínculos con Epstein. Vance reconoció el trabajo de Musk en el DOGE, pero sugirió que su frustración se debe a su inexperiencia en el ámbito político, lo que lo llevó a cometer errores en su relación con el gobierno.
Las críticas de Errol Musk no son nuevas. En repetidas ocasiones, ha cuestionado públicamente las decisiones de su hijo, desde su estilo como padre hasta sus proyectos empresariales. Esta vez, sus declaraciones en Moscú refuerzan la imagen de una relación familiar fracturada, mientras Elon enfrenta críticas tanto en el ámbito político como en el empresarial.
El impacto de esta disputa trasciende las fronteras de Estados Unidos. En México, por ejemplo, las tensiones políticas han sido alimentadas por incidentes previos, como la eliminación de la cuenta de TikTok de Latinus tras críticas del periodista Carlos Loret de Mola a Musk. Este episodio, que generó acusaciones de censura, refleja el poder que Musk ejerce en las plataformas digitales y su influencia global.
Mientras tanto, el futuro de Musk en el ámbito político sigue siendo incierto. Con su salida del DOGE y los problemas en Tesla y SpaceX, el magnate enfrenta un panorama complejo. Las palabras de su padre, lejos de ofrecer apoyo, han puesto en evidencia las dificultades de Elon para equilibrar su ambición empresarial con las dinámicas del poder político.