El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo una entrada triunfal en el evento UFC 316 celebrado en el Prudential Center de Newark, Nueva Jersey, el sábado por la noche. Acompañado por el presidente de la UFC, Dana White, Trump fue recibido con una ovación ensordecedora por parte de los aficionados, quienes no dudaron en mostrar su entusiasmo mientras se dirigía a su asiento junto a la jaula.
La aparición de Trump en el evento de artes marciales mixtas no pasó desapercibida. Los espectadores corearon cánticos de apoyo y ondearon banderas, creando una atmósfera electrizante. El mandatario, conocido por su afición a los deportes de contacto, saludó a la multitud con su característico gesto de baile, lo que desató aún más la euforia entre los presentes.
Durante su entrada, Trump tuvo un encuentro notable con varias figuras destacadas. Estrechó manos con el legendario boxeador retirado Mike Tyson y compartió breves palabras con los comentaristas de la UFC, incluyendo a Joe Rogan, con quien colaboró durante su reciente campaña presidencial. Estas interacciones resaltaron la conexión de Trump con el mundo del deporte y su capacidad para captar la atención del público.
La relación entre Trump y la UFC no es algo nuevo. Desde hace más de dos décadas, el presidente ha mantenido una amistad cercana con Dana White, remontándose a los días en que permitió que la UFC realizara eventos en su casino Trump Taj Mahal en Atlantic City. Esta alianza ha fortalecido su presencia en eventos de la compañía, consolidándolo como una figura recurrente en las veladas de artes marciales mixtas.
El evento UFC 316 incluyó una esperada revancha por el título de peso gallo entre el campeón Merab Dvalishvili y el ex campeón Sean O’Malley. La presencia de Trump añadió un elemento adicional de expectación a la noche, con los aficionados celebrando tanto los combates como la aparición del presidente. La velada fue descrita como una de las más vibrantes del año, con una combinación única de acción deportiva y fervor político.
La ausencia de Elon Musk, quien había acompañado a Trump en eventos previos de la UFC, fue notable. Ambos han protagonizado una disputa pública en redes sociales durante las últimas semanas, lo que añadió un trasfondo político a la aparición del presidente. A pesar de esto, Trump se mantuvo enfocado en disfrutar del evento, interactuando con los asistentes y mostrando su entusiasmo por el espectáculo.
Otros personajes destacados acompañaron a Trump en Nueva Jersey, incluyendo al secretario de Estado Marco Rubio e Ivanka Trump. Esta comitiva reforzó la relevancia del evento como un punto de encuentro entre el deporte y la política. La presencia de estas figuras añadió un matiz adicional a la noche, captando la atención tanto de los fans de la UFC como de los medios.
La noche en Newark no fue solo un espectáculo deportivo, sino también una demostración del impacto cultural y político de Trump. Su capacidad para generar reacciones apasionadas entre los aficionados refleja su influencia en ciertos sectores de la sociedad estadounidense. El evento UFC 316 quedará marcado como otro capítulo en la relación entre Trump y el mundo de los deportes de combate.
Esta aparición en Nueva Jersey se suma a otras recientes de Trump en eventos de la UFC, como su asistencia al UFC 314 en Miami, donde también recibió una cálida bienvenida. Su continua presencia en estas veladas resalta su estrategia de conectar con audiencias jóvenes y entusiastas de los deportes, un grupo demográfico clave para su imagen pública.
El sábado por la noche en el Prudential Center fue un recordatorio de cómo los deportes y la política pueden cruzarse en un escenario tan intenso como el de la UFC. Con una multitud entregada y un ambiente cargado de energía, Trump supo aprovechar el momento para reforzar su figura como un líder cercano a los aficionados.