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Caos en el noreste de India tras arresto de líder local

El estado de Manipur, en el noreste de India, vive momentos de alta tensión tras la detención de un líder de la comunidad Meitei, perteneciente al grupo radical Arambai Tenggol. La captura desató violentas protestas que han sumido a la región en un escenario de caos y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Las autoridades han respondido con medidas drásticas. Desde la noche del sábado, se impuso un toque de queda en cinco distritos del valle de Imphal, restringiendo la movilidad de los ciudadanos. La decisión busca contener las manifestaciones que han escalado en violencia, con reportes de quema de vehículos y enfrentamientos directos.
Además del toque de queda, el gobierno local ordenó la suspensión total de los servicios de internet y datos móviles por cinco días. Esta medida incluye el bloqueo de conexiones VSAT y VPN, afectando la comunicación en la región. La justificación oficial apunta a evitar la propagación de rumores y la organización de más protestas a través de redes sociales.
El conflicto tiene raíces profundas en las tensiones étnicas entre los Meitei, mayoritarios en los valles, y los Kuki, que habitan principalmente en las zonas montañosas. Desde mayo de 2023, los enfrentamientos entre ambos grupos han dejado más de 250 muertos, según reportes oficiales, y la detención de este líder ha reavivado las hostilidades.
Las protestas comenzaron cuando cientos de personas salieron a las calles tras conocerse el arresto. En Imphal, la capital, los manifestantes atacaron propiedades públicas y privadas, lo que llevó a la policía a usar gases lacrimógenos para dispersarlos. La situación sigue siendo volátil, con reportes de tiroteos esporádicos en varias zonas.
El gobierno de Manipur justificó la suspensión de internet como una medida para restablecer el orden. Sin embargo, esta decisión ha generado críticas de activistas, quienes argumentan que cortar la comunicación dificulta la coordinación de ayuda humanitaria y limita la libertad de expresión en un momento crítico.
La detención del líder de Arambai Tenggol se relaciona con acusaciones de incitar a la violencia y desestabilizar la región. Este grupo, conocido por su postura radical dentro de la comunidad Meitei, ha sido señalado por su papel en enfrentamientos previos contra los Kuki, lo que agrava la percepción de inseguridad.
La historia de violencia en Manipur no es nueva. Los conflictos étnicos y territoriales han marcado la región durante décadas, pero la reciente escalada pone en evidencia la fragilidad de la situación. Las autoridades locales han prometido reforzar la seguridad, pero la confianza de la población está en entredicho.
Mientras tanto, la población de los cinco distritos afectados enfrenta restricciones severas. El toque de queda ha paralizado la actividad económica y social, y la falta de internet complica aún más la vida cotidiana. Los residentes reportan dificultades para acceder a servicios básicos y mantenerse informados.
La crisis en Manipur refleja los desafíos de gobernar una región con profundas divisiones étnicas y sociales. A medida que las tensiones persisten, la comunidad internacional observa con preocupación los acontecimientos en este rincón de India, donde la paz parece cada vez más lejana.

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