El senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay se encuentra en estado crítico tras ser víctima de un atentado en Bogotá. El sábado 7 de junio, durante un evento de campaña en el barrio Modelia, un menor de 15 años le disparó en varias ocasiones, hiriéndolo gravemente. Uribe recibió tres disparos, dos en la cabeza y uno en la pierna, lo que lo llevó a ser trasladado de urgencia a un hospital.
Tras ser atendido inicialmente en la Clínica Medicentro, Uribe fue llevado a la Fundación Santa Fe, donde un equipo de especialistas lo sometió a una compleja cirugía neuroquirúrgica y vascular. La intervención, que duró varias horas, fue exitosa, pero su estado sigue siendo de máxima gravedad. Los médicos han indicado que las próximas horas son cruciales para su recuperación.
María Claudia Tarazona, esposa del precandidato, confirmó la noticia en un mensaje conmovedor. Desde la clínica, expresó que su esposo salió con vida del quirófano, pero cada hora es crítica. Acompañada por familiares, amigos y el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, pidió a la ciudadanía unirse en oración por la salud de Uribe.
El ataque ha conmocionado a Colombia, un país con una larga historia de violencia política. El atentado recuerda los oscuros episodios de los años 80 y 90, cuando varios candidatos presidenciales fueron asesinados. Uribe, miembro del partido Centro Democrático, es conocido por ser un crítico del actual presidente Gustavo Petro, lo que ha generado especulaciones sobre los motivos del ataque.
Las autoridades colombianas han detenido al presunto sicario, un adolescente de 15 años, quien resultó herido tras intentar huir. El menor fue capturado por el equipo de seguridad de Uribe y trasladado a un centro médico bajo custodia. La Policía Nacional y la Fiscalía investigan posibles nexos del joven con organizaciones criminales, así como la identidad de los autores intelectuales del atentado.
El presidente Gustavo Petro condenó el ataque y canceló un viaje internacional para liderar un consejo de seguridad en Bogotá. En una alocución, describió el hecho como un día de dolor para la nación y llamó a priorizar la vida de Uribe. Sin embargo, también criticó el uso político del atentado, generando reacciones encontradas entre sectores de la oposición.
Varios líderes internacionales, como los presidentes de Chile, Paraguay y Ecuador, han condenado el atentado, expresando su solidaridad con Uribe y su familia. En Colombia, figuras políticas de diversos partidos han pedido unidad y un alto a la polarización. La bancada oficialista del Pacto Histórico también se pronunció, llamando a desescalar el lenguaje violento en el debate político.
El Ministerio de Defensa colombiano anunció una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos por información que permita esclarecer el caso. Más de 100 investigadores están trabajando en las pesquisas, mientras el gobierno ha activado medidas de seguridad adicionales para otros precandidatos presidenciales de cara a las elecciones de 2026.
Cientos de ciudadanos se han movilizado en Bogotá para mostrar su apoyo a Uribe. En las afueras de la Fundación Santa Fe, se han realizado velatones y cadenas de oración. Los manifestantes portan banderas de Colombia y mensajes de rechazo a la violencia, en un ambiente de consternación y esperanza por la recuperación del senador.
La familia de Uribe, marcada por la tragedia en el pasado, enfrenta ahora una nueva prueba. Su madre, la periodista Diana Turbay, fue asesinada en 1991 tras ser secuestrada por el cartel de Medellín. Este atentado reaviva el trauma de una nación que busca dejar atrás décadas de violencia política.