Un grave atentado conmocionó a Bogotá este sábado 7 de junio, cuando el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay fue herido de bala durante un evento de campaña en el barrio Modelia, en la localidad de Fontibón. El político, miembro del partido Centro Democrático, recibió al menos dos disparos, uno de ellos en la cabeza, dejándolo en estado crítico.
El ataque ocurrió cerca de las cinco de la tarde, mientras Uribe hablaba desde una tarima frente a simpatizantes. Según testigos, un joven se acercó por la espalda y abrió fuego a corta distancia. Videos que circulan en redes sociales muestran el momento en que el senador cae ensangrentado, generando pánico entre los asistentes.
La rápida intervención de los escoltas permitió trasladar a Uribe a la Clínica Medicentro, en el occidente de Bogotá, donde fue estabilizado antes de ser llevado en helicóptero a la Fundación Santa Fe. Médicos reportan que el senador enfrenta un procedimiento neuroquirúrgico debido a la gravedad de las heridas.
En el ataque, tres personas más resultaron heridas, entre ellas un menor de edad. La Secretaría de Salud de Bogotá informó que los heridos fueron atendidos en el Hospital Fontibón y la Clínica Colombia, y se encuentran fuera de peligro. La violencia desatada en el evento ha reavivado el debate sobre la seguridad en Colombia.
La Policía Metropolitana capturó a un menor de 15 años como presunto responsable del atentado. El joven, herido en una pierna durante la persecución, portaba una pistola Glock de nueve milímetros. La Fiscalía ya investiga los motivos detrás del ataque, mientras el gobierno ofrece una recompensa de 3,000 millones de pesos por información que ayude a esclarecer los hechos.
El atentado ha generado rechazo unánime en Colombia y el mundo. Líderes como el expresidente Álvaro Uribe, fundador del Centro Democrático, lamentaron el ataque, calificándolo como un golpe a la democracia. El presidente Gustavo Petro canceló un viaje a Francia para atender la crisis y condenó los hechos.
Políticos de todos los sectores han expresado solidaridad con Uribe, destacando la necesidad de frenar la violencia política. El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, aseguró que la red hospitalaria de la ciudad está en alerta y llamó a proteger el proceso electoral de cara a las elecciones de 2026.
El ataque revive el doloroso historial de violencia política en Colombia, recordando casos como el asesinato de Luis Carlos Galán en 1989. Uribe, hijo de la periodista Diana Turbay, asesinada en 1991, es una figura clave de la oposición y un crítico del actual gobierno.
La polarización en el país, agravada por la cercanía de las elecciones presidenciales, pone en el centro la seguridad de los candidatos. Analistas advierten que este incidente podría reconfigurar la contienda electoral y aumentar las tensiones en un momento crítico para Colombia.
Mientras Uribe lucha por su vida, sus simpatizantes realizan vigilias afuera de la Fundación Santa Fe, orando por su recuperación. El país permanece en vilo, a la espera de justicia y respuestas ante un hecho que marca un nuevo capítulo en su historia de violencia política.