El buque escuela Cuauhtémoc de la Armada Mexicana, protagonista de un trágico accidente en Nueva York, será remolcado este viernes desde el bajo Manhattan, en el East River, hasta el condado de Brooklyn. La embarcación, que chocó contra el icónico puente de Brooklyn el pasado 17 de mayo, dejó un saldo de dos cadetes fallecidos y 19 heridos. El traslado al Brooklyn Navy Yard, un parque industrial, busca facilitar los trabajos de evaluación y reparación del navío, mientras las investigaciones sobre las causas del percance continúan.
El accidente ocurrió cuando el Cuauhtémoc, buque insignia de la Marina mexicana, se preparaba para partir hacia Islandia tras una visita de cuatro días en Nueva York. Con 277 personas a bordo, la embarcación perdió el control durante la maniobra de zarpe, impactando sus tres mástiles contra la estructura del puente. La colisión provocó la ruptura de los mástiles, dejando escenas de caos y desesperación, con cadetes atrapados en lo alto y otros cayendo a la cubierta.
Las víctimas fatales fueron identificadas como la cadete América Yamilet Sánchez, de 20 años, y el marino Adal Jair Maldonado Marcos, de 23. Ambos formaban parte de la tripulación que realizaba su viaje de instrucción como parte de la misión diplomática del buque. La Secretaría de Marina rindió homenaje a los fallecidos en Veracruz, donde sus cuerpos fueron repatriados dos días después del accidente.
El traslado del Cuauhtémoc al astillero de GMD en Brooklyn permitirá realizar peritajes técnicos para determinar las causas exactas del incidente. La operación, que comenzará a las 6:45 de la mañana y concluirá alrededor de las 8:00, obligará al cierre temporal del tráfico marítimo en el East River, entre los puentes de Manhattan y Williamsburg. La Guardia Costera de Estados Unidos, el Departamento de Policía de Nueva York y equipos privados participarán en el operativo.
Las primeras hipótesis apuntan a una posible pérdida de potencia en el buque, que lo dejó a merced de la corriente del río, llevándolo a colisionar con el puente. Sin embargo, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos, que lidera la investigación, ha indicado que aún no hay conclusiones definitivas. México colabora activamente con las autoridades estadounidenses para esclarecer los hechos.
Testigos del accidente relataron momentos de pánico, con marinos colgando de los mástiles y cubiertas llenas de sangre tras el impacto. La rápida respuesta de los servicios de emergencia de Nueva York, incluyendo bomberos y policía, evitó un desenlace aún más trágico. Videos captados por el público muestran al remolcador intentando, sin éxito, controlar la trayectoria del buque.
El Cuauhtémoc, conocido como el “Caballero de los Mares”, zarpó de Acapulco el 6 de abril como parte de un crucero de instrucción que incluía visitas a 22 puertos en 15 países. Su misión era promover la cultura mexicana y fortalecer la formación naval de los cadetes. El accidente ha interrumpido este itinerario, dejando al buque amarrado en Manhattan desde el incidente.
La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su solidaridad con las familias de las víctimas y agradeció la colaboración de las autoridades de Nueva York. La Secretaría de Marina ha reiterado su compromiso con la transparencia en las investigaciones, que podrían extenderse de 12 a 24 meses según la NTSB. Mientras tanto, el traslado del buque marca el inicio de un proceso para reparar los daños y rendir justicia a los afectados.
Este incidente ha generado preguntas sobre los protocolos de seguridad en maniobras portuarias y el rol del remolcador asignado, operado por una empresa que también estuvo involucrada en el accidente del puente Francis Scott Key en Baltimore en 2024. Las autoridades mexicanas han señalado que un piloto estadounidense estaba a cargo de la maniobra, lo que añade complejidad al caso.
La comunidad mexicana en Nueva York, que había recibido al Cuauhtémoc con orgullo y celebración, quedó consternada por la tragedia. El buque, un símbolo de México en el mundo, ahora enfrenta un proceso de recuperación mientras las familias de los cadetes lloran su pérdida y la nación espera respuestas sobre lo sucedido.