La presidenta Claudia Sheinbaum arremetió contra la Organización de los Estados Americanos (OEA) al declarar que no tiene atribuciones para emitir opiniones sobre la reforma al Poder Judicial en México. En una contundente respuesta, la mandataria defendió la soberanía nacional y aseguró que la transformación del sistema judicial es una decisión del pueblo mexicano, no sujeta a intervenciones extranjeras.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum cuestionó la legitimidad de la OEA para pronunciarse sobre las políticas internas de México. La reforma, que busca la elección popular de jueces, magistrados y ministros, ha generado controversia internacional, pero la presidenta insistió en que refleja la voluntad de los mexicanos expresada en las urnas.
La OEA, a través de un informe reciente, expresó preocupación por los posibles riesgos de la reforma judicial para la independencia del Poder Judicial. Sin embargo, Sheinbaum desestimó estas críticas, argumentando que la organización no tiene competencia para intervenir en decisiones soberanas de un país miembro.
La mandataria señaló que la reforma es parte de la Cuarta Transformación, un proyecto que, según ella, combate la corrupción y el nepotismo arraigados en el sistema judicial. Afirmó que la elección de más de 800 cargos judiciales en 2025 garantizará una justicia más cercana al pueblo y menos influenciada por élites.
Críticos de la reforma, tanto nacionales como internacionales, han advertido que la elección popular de jueces podría politizar la justicia y vulnerar los contrapesos democráticos. Sheinbaum rechazó estas acusaciones, calificándolas como intentos de deslegitimar un cambio que, según ella, fortalece la democracia mexicana.
La presidenta también aprovechó para destacar que México está en camino de convertirse en “el país más democrático del mundo” gracias a esta reforma. Insistió en que el proceso electoral del 1 de junio de 2025 será transparente y permitirá a los ciudadanos elegir directamente a los responsables de impartir justicia.
Organizaciones civiles y expertos en derechos humanos han cuestionado la reforma, argumentando que podría violar estándares internacionales de independencia judicial. Sin embargo, Sheinbaum defendió que el proceso de selección de candidatos, supervisado por comités de evaluación, garantiza la idoneidad de los aspirantes.
En un tono firme, la mandataria reiteró que no cederá ante presiones externas ni internas que busquen frenar la reforma. “El pueblo de México decidió, y ese mandato es innegociable”, afirmó, dejando claro que su gobierno seguirá adelante con la transformación del Poder Judicial.
El debate sobre la reforma continúa dividiendo opiniones, mientras México se prepara para un proceso electoral sin precedentes en el ámbito judicial. La postura de Sheinbaum frente a la OEA refleja su determinación de mantener el rumbo de su administración, a pesar de las críticas internacionales.

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SHEINBAUM DESAFÍA A LA OEA: “NO TIENE AUTORIDAD PARA OPINAR SOBRE NUESTRA REFORMA JUDICIAL”
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