Un grupo de senadores mexicanos, encabezado por figuras de Morena como Ignacio Mier y Alejandro Murat, se reunió en Washington con el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, para intentar frenar un impuesto del 3.5% a las remesas. La delegación, que incluye a legisladores del PAN, PVEM y PT, busca proteger los recursos que millones de mexicanos envían desde el extranjero a sus familias. Este gravamen, propuesto por el gobierno de Donald Trump, amenaza con golpear duramente la economía de las comunidades más vulnerables.
La reunión con Landau, quien visitará México el próximo 9 de junio, fue parte de una intensa agenda de diplomacia parlamentaria. Los senadores también sostuvieron encuentros con congresistas republicanos y demócratas en el Capitolio, donde insistieron en que el impuesto es injusto y constituye una doble tributación. Argumentaron que los migrantes ya pagan impuestos en EU, por lo que gravar sus envíos es una medida discriminatoria que afecta directamente a las familias mexicanas.
Ignacio Mier, líder de la comitiva, se reunió con la comunidad mexicana en el Consulado de México en Washington, destacando la importancia de eliminar por completo este impuesto. Subrayó que las remesas no son solo un flujo económico, sino un sustento vital para millones de hogares en México. La delegación busca convencer a los legisladores estadounidenses de que este gravamen dañaría las relaciones bilaterales y la economía de ambos países.
Alejandro Murat, otro senador de Morena, enfatizó que las conversaciones con legisladores estadounidenses se centraron en la defensa de las familias mexicanas. Por su parte, Mauricio Vila, del PAN, destacó la disposición al diálogo para fortalecer los lazos entre México y EU. Sin embargo, el PRI se desmarcó de esta misión, argumentando que la comitiva carece de un plan integral para abordar los problemas que enfrenta México en este contexto.
Ruth González Silva, del PVEM, describió las remesas como “un acto de amor convertido en sustento”. Según ella, estos recursos no solo apoyan a las familias, sino que impulsan el desarrollo de comunidades enteras y fortalecen la economía nacional. La senadora hizo un llamado a reconsiderar el impuesto, que podría desincentivar el uso de canales formales para enviar dinero, abriendo la puerta a actividades ilícitas.
La propuesta del impuesto a las remesas forma parte del ambicioso plan fiscal de Trump, conocido como “El gran y hermoso proyecto de ley”. Aunque la Cámara de Representantes de EU logró reducir el gravamen del 5% al 3.5%, los senadores mexicanos insisten en que debe eliminarse por completo. La medida, que aún debe ser aprobada por el Senado estadounidense, podría generar hasta 2,266 millones de dólares anuales para EU, según estimaciones basadas en los 64,745 millones de dólares en remesas enviadas a México en 2024.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha expresado su rechazo a este impuesto, calificándolo de injusto y discriminatorio. La presidenta ha señalado que México continuará cabildeando para evitar su aprobación, trabajando de la mano con organizaciones de migrantes en EU. Además, ha destacado que las remesas representan cerca del 3% del PIB mexicano, un impacto económico crucial que no puede ser ignorado.
La delegación mexicana también se reunió con el embajador Esteban Moctezuma y el cuerpo diplomático en Washington para afinar estrategias. Los senadores subrayaron que el impuesto no solo afecta a México, sino también a otros países de América Latina donde las remesas son una fuente significativa de ingresos. Países como los de Centroamérica, donde estos envíos representan hasta el 20% del PIB, podrían sufrir consecuencias devastadoras.
Analistas advierten que el gravamen podría empujar a los migrantes a usar canales informales para enviar dinero, lo que podría facilitar la intervención del crimen organizado. BBVA ha señalado que, de aprobarse el impuesto, muchos migrantes podrían recurrir a métodos alternativos, como criptomonedas o transferencias no reguladas, lo que complicaría aún más la situación. Este escenario preocupa tanto a México como a EU, ya que podría debilitar los sistemas financieros formales.
La batalla contra el impuesto a las remesas continúa, con México buscando aliados en el Congreso estadounidense para frenar esta medida. La delegación de senadores regresará a México con la esperanza de haber sentado las bases para un diálogo que proteja los derechos de los migrantes y las familias que dependen de sus envíos. Sin embargo, el futuro de esta propuesta sigue en manos del Senado de EU, donde la mayoría republicana podría definir su aprobación antes del 4 de julio.

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Senadores mexicanos en lucha desesperada contra el impuesto a remesas en EU
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