La Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México ha asestado un golpe al crimen organizado con la incautación de 2,035 toneladas de autopartes robadas. El operativo, bautizado como “Operación Fortaleza”, se llevó a cabo en las alcaldías Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero, donde se ejecutaron cinco cateos simultáneos en propiedades señaladas como centros de almacenamiento de piezas ilícitas.
Las autoridades capitalinas, en coordinación con la Fiscalía General de Justicia y otras instancias del gobierno federal, descubrieron un gigantesco mercado negro de autopartes. Entre lo confiscado se encuentran piezas de vehículos de alta gama, muchas de ellas con reportes de robo activo. Este hallazgo pone en evidencia la magnitud del problema de inseguridad que azota a la capital del país.
El titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez Camacho, destacó que los cateos son parte de una estrategia para combatir el robo de vehículos y autopartes. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿por qué estos operativos no se realizaron antes? La proliferación de estas actividades delictivas apunta a una falta de acción sostenida por parte del gobierno local.
En los inmuebles cateados, las autoridades encontraron desde motores y placas de circulación hasta faros y defensas, todos de dudosa procedencia. Los predios fueron sellados y puestos bajo resguardo policial, mientras las investigaciones continúan para dar con los responsables. La magnitud de lo decomisado sugiere una red criminal bien organizada operando bajo las narices de las autoridades.
La “Operación Fortaleza” también reveló la detención de varias personas vinculadas a estos delitos. Aunque no se han dado a conocer todos los detalles, se sabe que entre los arrestados hay presuntos líderes de células dedicadas al robo y desmantelamiento de vehículos. Esto apenas rasca la superficie de un problema que parece estar profundamente arraigado en la ciudad.
La inseguridad en la Ciudad de México sigue siendo una preocupación constante para los ciudadanos. El robo de autopartes no solo afecta el patrimonio de las personas, sino que alimenta un ciclo de violencia y corrupción que las autoridades no han logrado frenar. Operativos como este son un paso, pero no resuelven el problema de raíz.
Vecinos de las zonas donde se realizaron los cateos expresaron sorpresa al enterarse de la magnitud de las actividades ilícitas en sus colonias. Muchos aseguran que la presencia de estos almacenes de autopartes robadas era un secreto a voces, lo que pone en duda la efectividad de la vigilancia policial en estas áreas.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México está integrando las carpetas de investigación correspondientes. Se espera que los detenidos enfrenten cargos por robo, asociación delictuosa y otros delitos relacionados. Sin embargo, la ciudadanía exige resultados concretos y no solo titulares que se diluyen con el tiempo.
Este decomiso histórico de autopartes robadas es una señal de que el crimen organizado ha encontrado en la capital un terreno fértil para operar. Mientras las autoridades celebran el éxito de la “Operación Fortaleza”, los capitalinos se preguntan si este tipo de acciones serán suficientes para recuperar la seguridad en sus calles.
La lucha contra el robo de autopartes y vehículos en la Ciudad de México está lejos de terminar. La “Operación Fortaleza” es un recordatorio de que el camino hacia una ciudad segura requiere mucho más que operativos espectaculares; exige un compromiso real para desmantelar las redes criminales que operan con impunidad.

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Operación Fortaleza sacude la Ciudad de México: incautan más de 2 mil toneladas de autopartes robadas
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