En Jalisco, los choques lamineros son una pesadilla diaria para miles de conductores. Estos incidentes, que representan más del 60% de los accidentes viales en la Zona Metropolitana de Guadalajara, generan caos, retrasos y enormes pérdidas de tiempo. Pero, ¿qué está detrás de estos percances que colapsan las avenidas? La respuesta apunta a una causa principal que afecta a conductores de todas las edades.
El uso del celular al conducir se ha consolidado como el factor número uno detrás de los choques lamineros. La distracción provocada por revisar notificaciones, enviar mensajes o usar aplicaciones mientras se maneja ha disparado los alcances entre vehículos. Las autoridades estatales han señalado que esta práctica, aunque sancionada, sigue siendo una constante en las vialidades de Jalisco.
Datos recientes muestran que en 2022 se registraron más de 4 mil choques lamineros en la entidad, la mayoría por conductores distraídos con sus teléfonos. Estos incidentes no solo afectan a los involucrados, sino que generan embotellamientos que pueden durar hasta dos horas, impactando la productividad y aumentando el estrés de los automovilistas.
La Secretaría de Transporte de Jalisco ha intentado mitigar este problema con un protocolo que agiliza la atención de estos percances. Desde diciembre de 2022, se han atendido más de 62 mil choques lamineros con un tiempo promedio de liberación de vías de 8 a 15 minutos, siempre que ambos vehículos tengan seguro vigente. Sin embargo, la efectividad de esta medida se ve limitada porque solo el 36% de los autos en Jalisco cuentan con seguro.
El protocolo permite a los conductores mover sus vehículos a una zona segura tras un choque por alcance, siempre que no haya lesionados ni daños a infraestructura pública. Los pasos son simples: verificar que ambos autos tengan seguro, contactar a la aseguradora, proporcionar fotos y detalles del incidente, y esperar instrucciones para liberar la vía. Esto ha reducido significativamente los tiempos de espera, pero no elimina la raíz del problema.
A pesar de las reformas a la Ley de Movilidad y los convenios con aseguradoras, la falta de cultura vial sigue siendo un obstáculo. Muchos conductores ignoran la importancia de mantener la distancia de seguridad o se resisten a mover sus vehículos por temor a complicaciones legales, lo que agrava los congestionamientos en avenidas clave como López Mateos o el Anillo Periférico.
Las autoridades han identificado cruces críticos como General Salvador González y Cristóbal Colón Sur, donde los choques lamineros son más frecuentes. Estas zonas, de alto flujo vehicular, se convierten en cuellos de botella cuando ocurre un percance, afectando a miles de personas que transitan diariamente por la metrópoli.
Especialistas en movilidad, como académicos del ITESO, señalan que el aumento del parque vehicular, que ya supera los 4.6 millones de autos en Jalisco, agrava la situación. Sin una mayor adopción de seguros y un cambio en los hábitos de conducción, los choques lamineros seguirán siendo un dolor de cabeza para los jaliscienses.
La solución, coinciden expertos, pasa por una mayor educación vial y el uso de tecnología, como sistemas de videovigilancia, para agilizar la atención de estos incidentes. Mientras tanto, el mensaje es claro: dejar el celular al conducir puede marcar la diferencia entre una vía libre y un caos vial.
Jalisco sigue trabajando en estrategias para reducir los choques lamineros, pero el cambio real depende de los conductores. La próxima vez que estés al volante, recuerda que una distracción de segundos puede generar horas de caos para todos.