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¡Escándalo en la elección judicial! Votos nulos y boletas vacías alcanzan hasta el 43% en varios estados

La reciente elección judicial en México, celebrada el pasado 1 de junio, ha dejado un panorama desolador que pone en tela de juicio la legitimidad del proceso impulsado por el gobierno de Morena. En cinco estados del país, un alarmante 43% de los votantes optaron por anular su voto o dejar los recuadros en blanco para la renovación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Este rechazo masivo refleja una profunda desconfianza ciudadana hacia la reforma judicial promovida por la administración de Claudia Sheinbaum.
Según los datos preliminares del Instituto Nacional Electoral (INE), más de 10 millones de boletas fueron anuladas a nivel nacional, superando por mucho los votos obtenidos por cualquier candidato individual. A esto se suman 11.3 millones de recuadros no utilizados, lo que significa que más de 21 millones de papeletas no contribuyeron a elegir a ningún perfil. Estos números evidencian un fracaso rotundo en la estrategia del gobierno federal para involucrar a la ciudadanía en un proceso que prometía ser histórico.
En estados como Chihuahua, los votos nulos alcanzaron el 18.04%, mientras que los recuadros no utilizados representaron el 13.01%. Distritos como Ciudad Juárez y la capital del estado acumularon las mayores cifras de rechazo, con 66,480 y 51,085 votos nulos, respectivamente. La participación en estas zonas fue mínima, con apenas un 5.45% en Delicias y un 4.47% en Juárez, lo que subraya el desinterés o el descontento de los votantes con las opciones presentadas.
El proceso, que buscaba renovar parcialmente el Poder Judicial, fue duramente criticado por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien acusó al sistema judicial actual de nepotismo, corrupción y de favorecer al crimen organizado. Sin embargo, estas declaraciones no parecen haber convencido a la ciudadanía, que expresó su rechazo a través de votos nulos y boletas vacías. La insistencia de Morena en llevar a cabo esta elección, a pesar de las advertencias de opacidad y falta de información, ha generado un costo político significativo.
Entre los candidatos, Hugo Aguilar Ortiz, abogado mixteco postulado por el Poder Ejecutivo, y Lenia Batres Guadarrama, actual ministra, lideraron las preferencias con 5.2 y 5 millones de votos, respectivamente. Sin embargo, estas cifras palidecen frente al volumen de votos nulos, que duplican el respaldo obtenido por los aspirantes más votados. Este contraste pone en evidencia la desconexión entre el gobierno y la población en un tema tan sensible como la justicia.
La baja participación, que apenas alcanzó el 13% a nivel nacional, ha sido otro punto de controversia. A pesar de la popularidad de Sheinbaum, quien goza de un 83% de aprobación según encuestas recientes, la ciudadanía no respondió al llamado de Morena para legitimar este proceso. Analistas señalan que la falta de información sobre los candidatos, con un 77% de los mexicanos desconociendo a los aspirantes, pudo haber contribuido al desinterés generalizado.
El diseño del proceso electoral también ha sido cuestionado. Los votantes recibieron seis boletas distintas para elegir 881 cargos judiciales federales y 1,800 estatales, lo que resultó confuso y abrumador. Esta complejidad, sumada a la percepción de que los candidatos estaban ligados al oficialismo, pudo haber motivado la alta tasa de nulidad y abstención. En la Ciudad de México, por ejemplo, el 46.16% de los votos para jueces fueron anulados, un porcentaje aún más alarmante.
La Fiscalía General de la República reportó 23 denuncias por posibles delitos electorales durante la jornada, lo que añade más sombras al proceso. Aunque el INE ha defendido la transparencia del conteo, con un 91% de las actas computadas, los resultados reflejan un mensaje claro: los mexicanos no confían en esta reforma judicial. La declaración de validez de las elecciones, programada para el 15 de junio, podría enfrentar impugnaciones en un contexto de creciente polarización.
Este escenario plantea serios retos para el gobierno de Sheinbaum, que deberá justificar un proceso que, lejos de fortalecer la democracia, ha profundizado la desconfianza ciudadana. Mientras Morena celebra el triunfo de sus candidatos, el alto porcentaje de votos nulos y boletas vacías envía una advertencia: la ciudadanía no está dispuesta a avalar cambios que percibe como impuestos desde el poder.

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