Un ataque ruso con drones y misiles golpeó varias regiones de Ucrania, dejando un saldo trágico de al menos una persona muerta y 20 heridas, según informaron autoridades en Kiev. El asalto, que ocurrió durante la madrugada, provocó incendios en edificaciones y daños significativos en la capital ucraniana.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, reportó inicialmente que tres personas resultaron heridas en los distritos de Holosiivskyi y Darnytskyi, donde se desataron incendios. Posteriormente, confirmó que una persona falleció en las afueras de la ciudad y que 16 de los 20 heridos requirieron hospitalización.
El ataque no solo afectó zonas residenciales, sino también infraestructura clave. Varias estaciones del metro de Kiev sufrieron daños, lo que complicó la movilidad en la capital. Las autoridades locales trabajan en la evaluación de los impactos y en las labores de rescate.
Tymur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de Kiev, acusó a Rusia de atacar deliberadamente áreas civiles. Un edificio en el distrito de Solomyansky fue severamente afectado, evidenciando la intensidad del bombardeo.
Este ataque se produce en un contexto de escalada de tensiones, tras una operación ucraniana contra bases de la aviación estratégica rusa. Según el Servicio de Seguridad de Ucrania, esa acción destruyó más de un tercio de los portadores de misiles de crucero rusos, con un costo estimado de 7 mil millones de dólares para Moscú.
En respuesta, el Kremlin afirmó que sus fuerzas militares decidirán cómo y cuándo reaccionar al ataque ucraniano. El portavoz Dmitri Peskov señaló que el presidente ruso, Vladimir Putin, discutió el tema con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en una reciente llamada telefónica.
La ofensiva rusa también dañó infraestructura ferroviaria en la región de Kiev, obligando a la empresa estatal Ukrzaliznytsia a redirigir seis trenes, incluido uno con ruta internacional. Los daños han generado retrasos de hasta 90 minutos en los servicios.
A pesar de los esfuerzos de las defensas aéreas ucranianas, que derribaron decenas de drones y misiles, el impacto de los ataques rusos sigue siendo devastador. Las autoridades ucranianas continúan pidiendo apoyo internacional para reforzar sus defensas.
La guerra, que comenzó en febrero de 2022, no da tregua. Los bombardeos rusos han intensificado su frecuencia, afectando tanto a civiles como a infraestructuras críticas en todo el país.
Mientras tanto, los residentes de Kiev enfrentan las consecuencias de esta nueva ola de violencia, con equipos de emergencia trabajando sin descanso para controlar los incendios y asistir a las víctimas.