La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha dado un paso atrás en su lucha, declarando un receso en su huelga nacional que mantuvo en vilo a México durante 24 días. Desde el 15 de mayo, miles de maestros tomaron las calles y el Zócalo de la Ciudad de México, exigiendo cambios profundos en el sistema de pensiones. Pero, ¿qué los llevó a pausar su movimiento?
El anuncio se hizo este 7 de junio a las 11:17 horas, en la plancha del Zócalo capitalino, donde aún permanecen mantas y consignas de los docentes. Pedro Hernández Morales, líder de la Sección 9 de la CNTE, fue claro: la respuesta del gobierno federal es “insuficiente y demagógica”. Los maestros no están conformes y critican la falta de voluntad para atender sus demandas.
La principal exigencia de la CNTE es la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, impuesta durante el gobierno de Felipe Calderón. Según los docentes, esta ley perjudica sus derechos laborales al mantener un sistema de cuentas individuales que consideran injusto. Quieren un modelo solidario de pensiones que garantice una jubilación digna.
El gobierno federal, encabezado por Claudia Sheinbaum, ha intentado calmar las aguas con propuestas que no convencen. El documento oficial del 28 de mayo, según la CNTE, no aborda el problema de fondo. Medidas como congelar la edad de jubilación o reducirla cada tres años son vistas como parches que no resuelven la crisis de las pensiones.
Hernández Morales, rodeado de maestros de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán y la Ciudad de México, sentenció: “Volveremos y seremos millones”. Esta frase, cargada de simbolismo, deja claro que el receso no es una rendición, sino una pausa para reorganizarse y fortalecer alianzas con otros sectores sociales.
El campamento en el Zócalo ya comenzó a desmontarse, pero la lucha está lejos de terminar. La CNTE planea consultas internas para definir los próximos pasos y no descarta nuevas movilizaciones. Los maestros acusan al gobierno de mantener una “simulación de política progresista” mientras protege los intereses de las Afores y el capital financiero.
La falta de avances en las mesas de diálogo con la Secretaría de Gobernación ha generado frustración. Los docentes esperaban una reunión directa con la presidenta Sheinbaum, pero hasta ahora no han logrado ese encuentro. La tensión entre el magisterio y el gobierno de Morena sigue en aumento.
La CNTE también ha señalado que el 80% de los maestros carece de una alternativa viable para una jubilación justa. Este dato pone en evidencia la magnitud del problema y la urgencia de una solución integral. Mientras tanto, el gobierno insiste en que derogar la Ley del ISSSTE tendría un impacto financiero insostenible.
Este receso marca un momento clave para el magisterio disidente. Lejos de bajar los brazos, los maestros prometen regresar con más fuerza. La construcción de una agenda nacional unitaria con otros sectores podría ser el preludio de un movimiento aún más amplio.
La batalla por los derechos laborales de los maestros sigue abierta. Este alto en el camino no significa el fin, sino una reorganización para un nuevo capítulo. México queda a la espera de lo que la CNTE y sus aliados preparan para el futuro.

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CNTE suspende su huelga tras 24 días de protestas: ¿Una tregua o el inicio de algo más grande?
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