La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación anunció un receso en su paro nacional y el retiro del plantón que mantenían en el Zócalo de la Ciudad de México desde el 15 de mayo. Los maestros, frustrados por la falta de respuesta del gobierno federal, decidieron suspender temporalmente sus protestas, pero advirtieron que regresarán con más fuerza si sus exigencias no son atendidas.
Durante más de tres semanas, miles de docentes de estados como Oaxaca, Chiapas y Guerrero colapsaron el corazón de la capital con bloqueos, marchas y un campamento masivo. Su principal demanda es la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, que consideran perjudicial para sus pensiones, además de un aumento salarial del 100 por ciento y mejores condiciones laborales.
El líder de la Sección 9 de la CNTE, Pedro Hernández, fue claro al señalar que este receso no es una rendición. Acusó al gobierno de Claudia Sheinbaum de mantener oídos sordos ante las necesidades del magisterio. Los maestros aseguraron que seguirán presionando y vigilando cada paso de la presidenta hasta obtener respuestas concretas.
A pesar de las mesas de diálogo con la Secretaría de Gobernación, la Secretaría de Educación Pública y el ISSSTE, los docentes calificaron las propuestas del gobierno como insuficientes y vagas. La falta de avances en las negociaciones llevó a la CNTE a tomar la decisión de replegarse momentáneamente para reorganizarse en sus entidades.
El paro, que comenzó el Día del Maestro, incluyó acciones contundentes como bloqueos en Paseo de la Reforma y movilizaciones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Estas protestas generaron caos vial y afectaron la vida diaria de miles de capitalinos, mientras los maestros exigían justicia para sus derechos laborales.
Sheinbaum, por su parte, ha evadido una reunión directa con los líderes de la CNTE, delegando las negociaciones a sus funcionarios. Aunque en marzo expresó disposición a dialogar, los maestros consideran que sus promesas han sido puro discurso sin acciones reales, lo que ha avivado su descontento.
La CNTE también ha criticado la reforma al ISSSTE propuesta por el gobierno, la cual fue retirada tras protestas masivas. Sin embargo, los docentes desconfían de las intenciones del Ejecutivo, pues medidas como el congelamiento de la edad de jubilación no resuelven el problema de fondo de las pensiones.
Este receso marca una pausa estratégica, pero la CNTE ya planea nuevas movilizaciones. Voceros del movimiento aseguraron que no descansarán hasta que se derogue la ley de 2007 y se garantice un sistema de pensiones justo. Mientras tanto, el Zócalo recupera su calma, pero la tensión entre los maestros y el gobierno está lejos de terminar.
El magisterio disidente ha dejado claro que su lucha es también la de miles de trabajadores del Estado. Su mensaje resuena: no se irán con las manos vacías, y el gobierno de Morena enfrenta un desafío que podría escalar si no actúa pronto.
La salida de los maestros del Zócalo no significa el fin del conflicto. Al contrario, la CNTE promete volver con más fuerza, lista para retomar las calles si el gobierno de Sheinbaum sigue ignorando sus demandas históricas.

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CNTE Levanta Plantón en el Zócalo: ¡El Gobierno de Sheinbaum Ignora sus Demandas!
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