La temporada de ciclones 2025 ha iniciado con fuerza, y México enfrenta la amenaza de dos nuevos sistemas en el Pacífico: Bárbara y Cosme. Según el Servicio Meteorológico Nacional, estas zonas de baja presión tienen un alto potencial para convertirse en ciclones tropicales en las próximas horas, poniendo en alerta a varias regiones del país.
La primera zona de baja presión, asociada con el posible ciclón Bárbara, se encuentra al sur de Oaxaca. Este sistema tiene un 70% de probabilidad de evolucionar a ciclón tropical en las próximas 48 horas. Su trayectoria apunta a impactar principalmente los estados de Oaxaca y Chiapas, con lluvias torrenciales y vientos intensos.
Por su parte, Cosme, que podría formarse a partir de otra zona de baja presión al sur de Baja California Sur, mantiene una probabilidad del 40% de desarrollo ciclónico en los próximos siete días. Aunque su impacto directo sería menor, las autoridades no descartan efectos en las costas occidentales de México.
El Estado de México no quedará exento de las consecuencias de estos fenómenos. Aunque no está en la trayectoria directa de los ciclones, el pronóstico indica que las lluvias intensas llegarán al territorio mexiquense. Se esperan precipitaciones muy fuertes acompañadas de tormentas eléctricas, especialmente durante la tarde y noche.
Municipios como Hueypoxtla, Cuautitlán Izcalli, Cuautitlán, Chalco y Chimalhuacán, que ya han sufrido inundaciones recientes, están en alerta. Las autoridades han activado protocolos de prevención, incluyendo el Plan DN-III del Ejército mexicano, para apoyar a la población en caso de emergencia.
El Servicio Meteorológico Nacional ha advertido que las lluvias podrían causar incrementos en los niveles de ríos y arroyos, así como deslaves en zonas montañosas. También se prevé oleaje elevado en las costas, lo que podría complicar las actividades en comunidades pesqueras.
La temporada de huracanes en el Pacífico, que comenzó el 15 de mayo y se extenderá hasta noviembre, promete ser intensa. Este año se esperan entre 16 y 20 ciclones en esta cuenca, de los cuales al menos cuatro podrían alcanzar categorías de huracán mayor, según los pronósticos de la Comisión Nacional del Agua.
Ante esta situación, las autoridades recomiendan a la población mantenerse informada a través de canales oficiales. También se sugiere revisar los planes familiares de protección civil y preparar suministros esenciales para enfrentar posibles contingencias.
El impacto de los ciclones no es nuevo en México, pero la frecuencia e intensidad de estos fenómenos en 2025 preocupa a los expertos. Factores como el cambio climático y las condiciones oceánicas podrían estar contribuyendo a una temporada más activa de lo habitual.
A medida que Bárbara y Cosme se desarrollen, el monitoreo constante será clave. Las próximas horas serán cruciales para determinar la trayectoria exacta y el impacto de estos sistemas en el país, incluyendo el Estado de México.