Un nuevo ataque con misiles y drones rusos sacudió la capital de Ucrania, Kyiv, en la madrugada del viernes, dejando un saldo de al menos tres personas fallecidas y más de 40 heridos. Las autoridades ucranianas reportaron que el bombardeo masivo se extendió por varias regiones del país, afectando principalmente infraestructura civil.
El asalto comenzó en las primeras horas de la madrugada, con sirenas antiaéreas resonando en Kyiv mientras los sistemas de defensa intentaban repeler los proyectiles. Según el portavoz de la Fuerza Aérea de Ucrania, Yuri Ihnat, las fuerzas ucranianas lograron interceptar 368 de los 407 drones y 36 de los 45 misiles lanzados por Rusia, incluyendo cuatro de los seis misiles balísticos Iskander.
En el distrito de Solomyanskyi, un incendio estalló en el piso 11 de un edificio residencial de 16 plantas, obligando a los servicios de emergencia a evacuar a tres personas. Las operaciones de rescate continuaron durante horas, mientras los equipos trabajaban en múltiples puntos de la ciudad para atender a las víctimas y contener los daños.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, condenó el ataque a través de sus redes sociales, señalando que Rusia apuntó contra casi todo el territorio de Ucrania, incluyendo regiones como Volinia, Leópolis, Ternópil, Sumi, Poltava, Jmelnitski, Cherkasy y Cherníguiv. Zelenskyy destacó que, aunque algunos misiles y drones fueron derribados, los impactos causaron estragos en áreas residenciales.
El alcalde de Kyiv, Vitali Klitschko, informó que los escombros de los drones derribados provocaron incendios en varios distritos de la capital. En algunos casos, los daños se extendieron a edificios residenciales, almacenes y hasta las vías del metro entre dos estaciones, aunque no se reportaron heridos en este último incidente.
El ataque se produce en un contexto de creciente tensión, tras una operación ucraniana contra bases aéreas rusas. El presidente ruso, Vladimir Putin, había prometido represalias, y este bombardeo parece ser una respuesta directa. Las autoridades ucranianas advirtieron a la población sobre el riesgo de más ataques y pidieron permanecer en refugios.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos internacionales por lograr un alto al fuego, los combates entre Rusia y Ucrania no muestran señales de disminuir. Este último ataque se suma a una serie de ofensivas rusas que han intensificado los bombardeos aéreos en las últimas semanas, afectando tanto a civiles como a infraestructura crítica.
Las imágenes de edificios dañados y civiles buscando refugio en estaciones de metro han conmocionado al mundo, recordando la gravedad del conflicto que lleva más de tres años. Las autoridades ucranianas insisten en la necesidad de mayor apoyo internacional para fortalecer sus defensas y proteger a la población.
La comunidad internacional ha reaccionado con condena al ataque. La jefa de política exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas, describió los bombardeos como “totalmente espantosos” y anunció que el bloque planea imponer nuevas sanciones contra Rusia. Sin embargo, las negociaciones para un cese al fuego siguen sin avances claros.
Mientras tanto, en Kyiv, los residentes intentan retomar la normalidad en medio de la incertidumbre. Los servicios de emergencia continúan trabajando para reparar los daños, pero la amenaza de nuevos ataques mantiene a la ciudad en alerta máxima.

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Ataque ruso deja tres muertos y decenas de heridos en Kyiv
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