Un estudio reciente ha encendido las alarmas sobre los riesgos de medicamentos ampliamente utilizados para tratar la obesidad y la diabetes, como Ozempic y Mounjaro. Según una investigación publicada en la revista JAMA Ophthalmology, estos fármacos, que contienen semaglutida y tirzepatida, podrían estar vinculados con casos de pérdida de visión en pacientes. Este descubrimiento ha generado preocupación entre la comunidad médica y los usuarios de estos tratamientos.
El estudio, liderado por investigadores de la Universidad de Harvard, analizó casos de pacientes que experimentaron neuropatía óptica isquémica anterior no arterítica, conocida como NAION. Esta condición, aunque rara, puede causar una pérdida repentina e indolora de la visión en un ojo. Los datos sugieren que las personas que usan estos medicamentos tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar NAION, especialmente aquellos tratados por obesidad.
En el caso de los pacientes con diabetes tipo 2, el riesgo de NAION fue más de cuatro veces mayor en quienes tomaban semaglutida en comparación con los que usaban otros medicamentos. Para aquellos tratados por sobrepeso u obesidad, el riesgo fue aún más alarmante, superando siete veces el de otros tratamientos. Estos números han sorprendido a los especialistas, quienes piden más investigaciones para confirmar la relación.
El hallazgo comenzó a tomar forma cuando médicos del hospital Mass Eye and Ear notaron un aumento inusual de casos de NAION. En una sola semana, tres pacientes que tomaban semaglutida presentaron pérdida de visión, lo que llevó a los investigadores a analizar los registros de más de 16,000 pacientes durante seis años. Los resultados apuntan a una posible conexión, aunque aún no se ha establecido una causalidad definitiva.
Un caso particularmente impactante fue el de una paciente que perdió la visión en un ojo tras una sola dosis de semaglutida. Tras suspender el medicamento por dos meses, retomó el tratamiento y, semanas después, perdió la visión en el otro ojo. Las pruebas revelaron daños en los vasos sanguíneos de su retina, lo que resultó en ceguera permanente. Este tipo de reportes ha llevado a las autoridades a emitir advertencias.
La Academia Estadounidense de Oftalmología ha recomendado a los pacientes que experimenten pérdida de visión mientras toman estos medicamentos que consulten de inmediato a su médico. Sin embargo, no se ha sugerido abandonar estos tratamientos por completo, ya que los beneficios para controlar la diabetes y la obesidad son significativos. Las autoridades sanitarias de Dinamarca, donde se fabrica Ozempic, también están investigando estos casos.
A pesar de los riesgos, los expertos destacan que la NAION es una condición poco común, afectando a unas 10 de cada 100,000 personas en la población general. Es la segunda causa más común de ceguera del nervio óptico, solo por detrás del glaucoma. Los médicos enfatizan que los pacientes deben discutir los riesgos y beneficios con sus especialistas, especialmente si tienen condiciones preexistentes en el nervio óptico.
La empresa Novo Nordisk, fabricante de Ozempic, ha señalado que los datos del estudio no son suficientes para establecer una relación causal directa. Sin embargo, los investigadores insisten en la necesidad de estudios más amplios y diversos para entender mejor esta asociación. Por ahora, este descubrimiento plantea nuevas preguntas sobre la seguridad de estos populares medicamentos.
Este avance científico subraya la importancia de monitorear los efectos secundarios de tratamientos ampliamente utilizados. Mientras los investigadores continúan explorando esta posible conexión, los pacientes deben mantenerse informados y consultar a sus médicos ante cualquier síntoma inusual. La ciencia sigue avanzando para garantizar que los beneficios de estos fármacos superen los riesgos.