La noche del miércoles se convirtió en escenario de terror en la carretera Juárez-El Porvenir, en Chihuahua, donde dos hombres fueron atacados a balazos al salir de un palenque en el área de El Papalote. Los hechos ocurrieron en el fraccionamiento Portal de los Olivos, dejando un saldo de un herido y una persona privada de su libertad.
De acuerdo con las autoridades, los agresores, armados con rifles de alto calibre, dispararon desde una camioneta tipo van de color arena contra un Dodge Charger azul en el que viajaban las víctimas. La escena quedó marcada por casquillos de calibre .223 esparcidos en el pavimento, evidencia de la brutalidad del ataque.
Policías del Distrito Valle acudieron al lugar tras reportes de una balacera. Encontraron a uno de los hombres herido de bala, quien fue atendido de inmediato por paramédicos. Sin embargo, el segundo ocupante del vehículo fue secuestrado por los atacantes, quienes huyeron con él en la camioneta.
El herido, identificado como Manuel, fue trasladado a un hospital para recibir atención médica. Su estado de salud no ha sido detallado, pero las heridas de bala representan un riesgo grave. Las autoridades no han proporcionado información sobre el paradero de la persona secuestrada.
El ataque ocurrió en una zona conocida por la realización de eventos como palenques, donde las peleas de gallos atraen a decenas de personas. Este tipo de lugares, aunque populares, han sido señalados en el pasado como puntos de riesgo por la presencia de actividades ilícitas.
La Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) informó que los casquillos encontrados en la escena serán analizados para intentar identificar a los responsables. Sin embargo, hasta el momento, no se han reportado detenciones ni avances significativos en la investigación.
Este incidente se suma a la creciente ola de violencia que azota a Chihuahua, donde los ataques armados y secuestros parecen no dar tregua. La falta de medidas efectivas por parte de las autoridades locales y estatales para contener la inseguridad mantiene a la población en constante temor.
Los habitantes de la región exigen respuestas y acciones concretas para frenar esta escalada de violencia. Mientras tanto, la carretera Juárez-El Porvenir, una vía frecuentemente transitada, se convierte en un recordatorio de la fragilidad de la seguridad en el estado.
La incertidumbre sobre el destino de la persona secuestrada y la gravedad de las heridas del sobreviviente mantienen en vilo a la comunidad. Este nuevo episodio de violencia pone en evidencia la urgencia de estrategias integrales para devolver la tranquilidad a los ciudadanos.