Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

Violencia sin control en Acapulco: incendian dos restaurantes en Costa Azul

La madrugada de este jueves, la violencia sacudió nuevamente el fraccionamiento Costa Azul en Acapulco, Guerrero, con el incendio de dos restaurantes: Yoyas y Umami. Sujetos armados irrumpieron en ambos establecimientos, dejando un rastro de destrucción y miedo en una de las zonas turísticas más conocidas del puerto.
A las 3:17 de la madrugada, el restaurante Yoyas, ubicado en la avenida Costera Miguel Alemán, fue el primero en ser atacado. Los agresores golpearon brutalmente al guardia de seguridad, rociaron gasolina en el lugar y le prendieron fuego. El incendio consumió la cocina, el comedor, la barra y hasta una pantalla de 73 pulgadas, dejando pérdidas totales en el establecimiento.
Apenas 18 minutos después, a las 3:35, el restaurante Umami, situado cerca de la glorieta de Costa Azul, fue el siguiente blanco. Los mismos sujetos arrojaron una bomba molotov contra la fachada, provocando un incendio que, aunque fue controlado rápidamente por los bomberos, dejó daños en la entrada principal y algunos muebles.
Un guardia de seguridad, identificado como Humberto N, fue encontrado con golpes en el rostro y la boca ensangrentada en el restaurante Yoyas. Paramédicos lo atendieron en el lugar, mientras que en Umami, el segundo guardia no presentó lesiones. La violencia de los ataques, a solo dos cuadras de un módulo de la Policía Turística, pone en evidencia la fragilidad de la seguridad en la zona.
Ambos restaurantes, según reportes, pertencen a una sola dueña, una exregidora de Acapulco, lo que ha generado especulaciones sobre los motivos detrás de estos actos. Sin embargo, las autoridades no han aclarado si los incendios fueron provocados por extorsión, venganzas o algún otro conflicto relacionado con el crimen organizado.
Bomberos municipales acudieron rápidamente a ambos sitios, logrando sofocar las llamas, pero el daño ya estaba hecho. En Yoyas, las pérdidas fueron devastadoras, mientras que en Umami los daños fueron menores gracias a la pronta intervención. La escena en ambos lugares era desoladora, con muebles calcinados y el olor a gasolina impregnado en el aire.
La inseguridad en Acapulco sigue siendo un problema que no da tregua. Estos ataques se suman a una ola de violencia que incluye asesinatos, extorsiones y quema de negocios, afectando no solo a los comerciantes, sino también a la imagen turística de la ciudad. La falta de acción efectiva por parte de las autoridades locales y estatales agrava la situación.
Mientras los habitantes de Acapulco despiertan con la noticia de estos incendios, la incertidumbre crece. La cercanía de los establecimientos a una zona vigilada por la Policía Turística pone en duda la capacidad de las fuerzas de seguridad para proteger a los ciudadanos y sus negocios. La pregunta que todos se hacen es: ¿hasta cuándo seguirá esta escalada de violencia sin control?

Compartir:

Noticias Relacionadas