La presidenta Claudia Sheinbaum anunció un nuevo esfuerzo para enfrentar la creciente ola de criminalidad en México, esta vez buscando una alianza con Colombia. En su conferencia matutina, destacó la intención de formar un grupo binacional de alto nivel para detectar y combatir actividades delictivas, tras la reciente detención de militares colombianos vinculados a cárteles mexicanos.
El anuncio surge en medio de un contexto alarmante, con reportes confirmando la presencia de guerrilleros colombianos en grupos criminales que operan en territorio mexicano. La colaboración busca fortalecer el intercambio de información y estrategias para desmantelar redes criminales que afectan a ambos países.
Sheinbaum enfatizó que la estrategia no implica una intervención extranjera, sino una cooperación basada en el respeto a la soberanía. Sin embargo, la propuesta ha generado dudas sobre su efectividad, dado el historial de promesas incumplidas en materia de seguridad durante su administración y la del gobierno anterior.
La presencia de extranjeros en cárteles mexicanos no es un tema nuevo, pero su confirmación oficial pone en evidencia la complejidad del problema. Los cárteles han diversificado sus operaciones, desde el narcotráfico hasta la extorsión y el control territorial, lo que ha incrementado la violencia en estados como Sinaloa, Jalisco y Guanajuato.
El plan de Sheinbaum incluye la creación de un sistema nacional de inteligencia para coordinar esfuerzos entre las fuerzas de seguridad mexicanas y sus contrapartes colombianas. Sin embargo, no se detallaron plazos ni recursos específicos para implementar esta iniciativa, lo que genera escepticismo entre la población.
La inseguridad sigue siendo uno de los mayores retos para el gobierno mexicano. Las cifras oficiales reportan miles de homicidios dolosos en los primeros meses de 2025, con entidades como Sinaloa registrando un repunte significativo en la violencia. La estrategia de “abrazos, no balazos” continúa siendo cuestionada por su falta de resultados tangibles.
La colaboración con Colombia podría ser un intento de mostrar acción frente a las críticas, pero la falta de claridad sobre cómo se ejecutará plantea interrogantes. Los ciudadanos exigen medidas concretas para reducir la impunidad y frenar la influencia de los cárteles en comunidades vulnerables.
Mientras tanto, la violencia no da tregua. Los delitos de alto impacto, como homicidios y extorsiones, siguen afectando a miles de familias mexicanas. La promesa de una alianza con Colombia suena ambiciosa, pero el éxito dependerá de la capacidad del gobierno para traducir palabras en acciones efectivas.
El anuncio de Sheinbaum se da en un momento en que su aprobación, aunque alta según encuestas recientes, enfrenta cuestionamientos por la persistencia de la inseguridad. La ciudadanía espera que esta nueva estrategia no sea solo un discurso más en la larga lista de promesas sin cumplir.
La cooperación internacional podría ser un paso en la dirección correcta, pero sin una estrategia clara y recursos suficientes, el combate al crimen organizado seguirá siendo un desafío monumental para México.

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México y Colombia unen fuerzas contra el crimen: Sheinbaum revela plan para combatir cárteles
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