La cooperación global es clave, según especialistas reunidos en un foro organizado por la Iniciativa Climática de México y la Unión Europea. Francisco André, embajador de la UE en México, señaló que ningún país, por poderoso que sea, puede enfrentar el cambio climático solo. La urgencia de actuar es evidente en un mundo marcado por crisis climáticas, energéticas y sociales.
Andrea Hurtado, directora de políticas climáticas de la Secretaría de Medio Ambiente, destacó que México vive una oportunidad histórica para transformar sectores como el transporte, la energía, la agricultura y la industria. Estas reformas no solo reducirían emisiones, sino que también generarían empleos especializados, impulsando la economía.
Sin embargo, el contexto internacional complica las cosas. La postura escéptica de líderes como Donald Trump, quien cuestiona el cambio climático, pone en riesgo los esfuerzos multilaterales. México debe buscar aliados en Europa y América Latina para contrarrestar esta resistencia y avanzar en su agenda climática.
El apoyo técnico y financiero de socios como la Unión Europea, la cooperación alemana GIZ, el programa británico UK Pact y las Naciones Unidas será crucial. Sin estos recursos, México no podrá alcanzar sus metas, que requieren una reestructuración profunda de su economía y sistemas productivos.
Hurtado subrayó que el país está comprometido con una reducción del 35% de gases de efecto invernadero para 2030, un objetivo que, de lograrse, marcaría un hito en la región. Pero la falta de claridad en las políticas energéticas y la dependencia de combustibles fósiles sigue siendo un obstáculo significativo.
Los expertos también destacaron la importancia de soluciones basadas en la naturaleza, como la conservación de bosques y manglares, que actúan como sumideros de carbono. Programas como Sembrando Vida y la protección de áreas naturales son pasos en la dirección correcta, pero necesitan más respaldo.
El transporte, uno de los sectores más contaminantes, requiere una revolución hacia la electromovilidad y el uso de trenes. Estas medidas, junto con la eficiencia energética en la industria, podrían reducir millones de toneladas de CO2, pero su implementación depende de una planeación efectiva.
La presión internacional y las expectativas de organismos como la ONU obligan a México a actuar con rapidez. La ventana para evitar una catástrofe climática se cierra, y el país debe demostrar que puede liderar en la región con acciones concretas, no solo promesas.
El Día Mundial del Medio Ambiente sirvió como un recordatorio de la urgencia de actuar. México tiene el potencial para ser un referente en la lucha contra el cambio climático, pero solo si logra alinear sus políticas internas con una cooperación internacional sólida.