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Maestros disidentes incendian oficinas del SNTE en la Ciudad de México en una escalada de violencia

Un grupo de maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) irrumpió violentamente en las oficinas centrales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en la Ciudad de México, provocando un incendio que dejó daños significativos. Los hechos ocurrieron en el Centro Histórico, en la calle República de Venezuela, tras 21 días de paro nacional convocado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Los manifestantes, muchos de ellos encapuchados, utilizaron mazos y palos para derribar las puertas metálicas del edificio. Una vez dentro, saquearon oficinas, destruyeron mobiliario y prendieron fuego a documentos, playeras y chalecos con el logotipo del SNTE. Las llamas se extendieron rápidamente, generando una densa columna de humo visible desde varios puntos de la capital.
La protesta, que forma parte de una serie de movilizaciones de la CNTE, busca la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007 y la destitución del líder sindical del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, a quien acusan de encabezar un sindicato corrupto. Los maestros también expresaron su rechazo a un supuesto acuerdo de 800 millones de pesos con la Sección 22 de Oaxaca, según pintas realizadas en las paredes del edificio.
Bomberos de la Ciudad de México acudieron al lugar para sofocar el incendio, que no dejó heridos ni intoxicados, según reportes preliminares. Las autoridades de Protección Civil revisaron la estructura del inmueble, que sufrió daños en la red eléctrica y de comunicación, así como en la fachada, donde se plasmaron grafitis con mensajes contra el SNTE y el secretario de Educación Pública, Mario Delgado.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana desplegó un operativo en la zona para evitar más disturbios, aunque no se reportaron detenciones. Las imágenes de las llamas y los destrozos han generado indignación entre sectores que condenan los actos vandálicos, mientras los maestros disidentes defienden sus acciones como una forma de visibilizar sus demandas.
La Secretaría de Educación Pública emitió un comunicado reprobando los actos violentos y calificándolos como inaceptables. Por su parte, el SNTE exigió una investigación exhaustiva para identificar a los responsables y aseguró que las operaciones del sindicato serán reubicadas temporalmente debido a los daños en el edificio.
Mientras tanto, en Chilpancingo, Guerrero, otro grupo de la CETEG interrumpió una reunión de la Sección 14 del SNTE, causando destrozos y quemando lonas con logotipos sindicales. Estas acciones reflejan la creciente tensión entre los maestros disidentes y el liderazgo del sindicato, al que acusan de no representar sus intereses.
La CNTE, que mantiene un plantón en el Zócalo de la Ciudad de México desde el 15 de mayo, anunció que definirá el rumbo de su paro nacional en una asamblea. Los maestros insisten en que no cederán hasta que se atiendan sus demandas, incluyendo la derogación de la ley mencionada y mejoras en las condiciones laborales del magisterio.
Este episodio se suma a una serie de protestas que han marcado la capital en las últimas semanas, incluyendo bloqueos en edificios gubernamentales y televisoras. La falta de acuerdos con el gobierno federal, encabezado por Claudia Sheinbaum, ha llevado a los docentes a radicalizar sus acciones, generando un clima de incertidumbre en la ciudad.
La escalada de violencia en las protestas magisteriales pone en evidencia las profundas divisiones dentro del sector educativo y la incapacidad del gobierno para resolver el conflicto. Mientras las oficinas del SNTE permanecen cerradas, la ciudadanía espera respuestas sobre cómo se abordará esta crisis que afecta a miles de estudiantes y trabajadores de la educación.

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