La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) cumplió 21 días de paro, y la situación escaló a niveles alarmantes. Este jueves, maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) irrumpieron en el edificio del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en el Centro Histórico de la Ciudad de México, desatando un incendio que dejó tras de sí destrozos y una densa columna de humo.
El conflicto estalló cerca de las 13:00 horas, cuando un grupo de manifestantes, algunos encapuchados, golpeó las puertas del edificio ubicado en la calle República de Venezuela hasta lograr entrar. Una vez dentro, los docentes sacaron muebles, documentos y objetos del SNTE, como sillas, playeras y chalecos con el logo del sindicato, para quemarlos en una fogata improvisada en la vía pública.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) condenó los hechos, calificándolos como “actos vandálicos” que no representan el espíritu del magisterio. Sin embargo, los maestros disidentes argumentan que su furia responde a la falta de atención a sus demandas, principalmente la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, que consideran perjudicial para sus derechos laborales.
Mientras el fuego consumía parte del mobiliario, los bomberos de la Ciudad de México acudieron al lugar para controlar el incendio. Según reportes, el edificio estaba vacío al momento de los hechos, lo que evitó tragedias mayores. Sin embargo, las imágenes de las llamas y el humo han generado indignación y preocupación entre los capitalinos.
En paralelo, otro grupo de la CNTE mantenía protestas en las oficinas centrales de Pensionissste, en Buenavista, exigiendo una vez más la derogación de la ley que regula sus pensiones. Los maestros acusan al gobierno federal de ignorar sus demandas y de mantener una postura inflexible en las negociaciones.
Las tensiones entre la CNTE y el gobierno de Claudia Sheinbaum no ceden. Los líderes de la Coordinadora han insistido en que la presidenta debe encabezar personalmente las mesas de diálogo, algo que hasta ahora no ha ocurrido. La Secretaría de Gobernación, por su parte, ha ofrecido propuestas que los maestros consideran insuficientes.
El plantón en el Zócalo capitalino, que lleva más de tres semanas, sigue siendo el epicentro de las protestas. Los docentes han prometido mantener su presencia en las calles hasta que sus exigencias sean atendidas, lo que ha generado molestias entre los habitantes de la Ciudad de México por los bloqueos y el caos vial.
Este nuevo episodio de violencia pone en evidencia la creciente frustración del magisterio disidente. Las pintas en el edificio del SNTE, con frases como “Cepeda traidor”, reflejan el rechazo de la CETEG hacia el liderazgo del sindicato, al que acusan de no defender los intereses de los trabajadores de la educación.
La situación en la capital permanece tensa, con la CNTE decidida a no ceder en sus demandas. Mientras tanto, el gobierno federal enfrenta el desafío de contener las protestas sin recurrir a la represión, en un contexto donde la paciencia de los ciudadanos parece estar al límite.

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Maestros de la CETEG incendian oficinas del SNTE en un nuevo capítulo de caos en la Ciudad de México
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