En un nuevo capítulo de promesas políticas, Juan Carlos Loera, senador de Morena, anunció que sostendrá una reunión con personas con discapacidad en Chihuahua para escuchar sus demandas. La reunión, programada para los próximos días, busca abordar las necesidades de este sector de la población, que históricamente ha sido relegado en la agenda pública. Pero, ¿será esta otra maniobra política o un compromiso real?
Loera, conocido por su trayectoria como delegado de Bienestar y candidato a gobernador, aseguró que el encuentro será un espacio para dialogar directamente con las personas con discapacidad y sus familias. Según el senador, el objetivo es identificar problemáticas específicas, desde la falta de accesibilidad hasta la insuficiencia de apoyos económicos. Sin embargo, su historial de promesas incumplidas genera escepticismo entre los ciudadanos.
En Chihuahua, las personas con discapacidad enfrentan retos diarios que van desde la falta de infraestructura adecuada hasta la burocracia para acceder a programas sociales. Las becas y apoyos del gobierno federal, gestionados por Morena, han sido criticados por su lentitud y falta de alcance. Loera promete que esta reunión marcará un antes y un después, pero las dudas persisten.
El senador destacó que la reunión contará con la participación de organizaciones civiles y expertos en inclusión. Entre los temas a tratar estarían la mejora de los programas de la Secretaría de Bienestar y la creación de políticas públicas locales. Sin embargo, no especificó cómo se financiarían estas iniciativas ni qué plazos se manejan para ver resultados concretos.
Críticos de Loera señalan que este tipo de anuncios suelen quedarse en buenas intenciones, especialmente en un contexto electoral. En el pasado, el senador ha sido acusado de usar los programas sociales con fines políticos, una práctica que ha generado controversia en Chihuahua. La reunión, entonces, podría ser vista como un intento de ganar simpatías.
Por otro lado, las personas con discapacidad y sus familias esperan que esta iniciativa no sea solo un evento mediático. La falta de rampas, transporte adaptado y oportunidades laborales sigue siendo una realidad en el estado. Las organizaciones locales han exigido que cualquier plan incluya metas medibles y no solo discursos.
En el contexto de la reunión, también se espera que se aborde el tema de la Pensión para el Bienestar de Personas con Discapacidad, un programa federal que ha tenido problemas de implementación en Chihuahua. Los beneficiarios han reportado retrasos en los pagos y requisitos excesivos, lo que ha limitado su impacto.
Loera, por su parte, insiste en que su compromiso es genuino y que trabajará de la mano con el gobierno federal para resolver estas problemáticas. Sin embargo, la falta de claridad sobre cómo se traducirán las demandas en acciones concretas mantiene a muchos en la incertidumbre.
Mientras tanto, la ciudadanía espera resultados tangibles. Las promesas de inclusión y apoyo a las personas con discapacidad no son nuevas, pero su cumplimiento sigue siendo un desafío. La reunión podría ser un paso en la dirección correcta, siempre y cuando no se quede en palabras.
El tiempo dirá si Juan Carlos Loera logra responder a las expectativas o si este encuentro se suma a la lista de promesas vacías. Por ahora, las personas con discapacidad en Chihuahua esperan que sus voces sean escuchadas y, sobre todo, que sus necesidades sean atendidas con hechos, no solo con reuniones.