El pasado 1 de junio de 2025, Chihuahua vivió una jornada electoral sin precedentes para elegir a jueces y magistrados del Poder Judicial, un proceso que ha desatado críticas por su cercanía con las consultas populares impulsadas por el expresidente Andrés Manuel López Obrador. La elección, organizada por el Instituto Estatal Electoral (IEE), buscaba renovar magistraturas del Tribunal Superior de Justicia y del Tribunal de Disciplina Judicial, así como jueces de primera instancia y menores en diversos distritos judiciales.
La dinámica del proceso electoral ha sido señalada como confusa por expertos y ciudadanos. A diferencia de elecciones tradicionales, esta votación incorporó elementos que recuerdan a las consultas de AMLO, como la participación masiva promovida desde el gobierno y la narrativa de empoderar al pueblo en decisiones clave. Sin embargo, críticos advierten que esta estrategia podría comprometer la independencia judicial al politizar la selección de impartidores de justicia.
El método de votación presentó particularidades que generaron controversia. Por ejemplo, un voto podía anularse si el elector escribía frases como “yo no voto” o incluía insultos, símbolos o tachaduras que no reflejaran una elección clara. Estas reglas, según analistas, buscaban garantizar un proceso ordenado, pero también limitaron la libre expresión de los votantes, lo que abrió debates sobre la transparencia y la libertad en la elección.
La participación de figuras cercanas al partido Morena también ha encendido las alarmas. Juristas como María Estela Ríos, exconsejera jurídica de López Obrador, y Fabiana Estrada, colaboradora de Arturo Zaldívar, fueron sorteadas para competir por cargos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Este hecho ha sido interpretado por algunos como una maniobra para consolidar la influencia de la autodenominada Cuarta Transformación en el Poder Judicial.
En Chihuahua, nombres destacados como Ilian Yasel Iradiel Villanueva, Luz Elva Velo Sáenz y Yaneth Romo, entre otros, figuraron como candidatos. Estos perfiles, con experiencia en el ámbito judicial y académico, fueron presentados por el IEE como opciones para los votantes. Sin embargo, la selección de candidatos a través de una tómbola, como ocurrió a nivel federal, ha sido cuestionada por su falta de rigor y por favorecer a personas con vínculos políticos evidentes.
El expresidente López Obrador reapareció en la escena pública para votar en esta elección desde Palenque, Chiapas, rompiendo ocho meses de ausencia. Su presencia fue un claro respaldo al proceso, que él mismo impulsó desde 2024. En sus declaraciones, AMLO celebró la elección como un hito democrático, asegurando que “nunca en la historia el pueblo había decidido quiénes serán los jueces”. No obstante, sus palabras no han disipado las dudas sobre la imparcialidad del proceso.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum también participó en la jornada electoral, reforzando la narrativa de que esta reforma fortalece la democracia. Sin embargo, sectores de la oposición han denunciado que la elección de jueces por voto popular podría debilitar la autonomía del Poder Judicial, al someterlo a las dinámicas políticas y electorales que favorecen a Morena.
El proceso de cómputo de votos, iniciado el mismo 1 de junio, ha sido otro punto de tensión. Aunque el IEE asegura que los resultados reflejarán la voluntad popular, persisten las críticas sobre la falta de claridad en los criterios de selección de candidatos y la posible manipulación de las listas de aspirantes. La oposición ha señalado que la “mutilación” de algunos nombres en el proceso de selección fue irregular y careció de transparencia.
Organismos como el Frente Cívico Nacional han advertido que esta elección podría ser un paso hacia la centralización del poder, al permitir que el gobierno influya en la designación de jueces. La falta de candados efectivos para evitar conflictos de interés en los candidatos ha alimentado estas preocupaciones, especialmente en un contexto donde la seguridad y la justicia son temas sensibles para la población.
A pesar de las críticas, el proceso sigue su curso, con los resultados definitivos aún por publicarse. La elección judicial en Chihuahua ha marcado un precedente en México, pero su impacto en la independencia y eficacia del Poder Judicial sigue siendo un tema de debate que divide a la sociedad y a los expertos.