La administración de Donald Trump está evaluando una nueva medida que podría cambiar el proceso de obtención de visas para turistas y otros solicitantes de no inmigrante en Estados Unidos. Según un memorando interno del Departamento de Estado, se considera implementar una tasa de mil dólares para ofrecer citas rápidas, permitiendo a quienes paguen esta cantidad saltarse las filas en las entrevistas de visado.
Actualmente, los solicitantes de visas de turista y otros visados de no inmigrante pagan una tarifa de tramitación de 185 dólares. La nueva opción de mil dólares sería un servicio premium, diseñado para quienes buscan acelerar el proceso. Este programa podría lanzarse como piloto tan pronto como diciembre, según documentos revisados por Reuters.
Sin embargo, la propuesta no está exenta de controversias. Abogados del Departamento de Estado han advertido sobre posibles problemas legales, argumentando que establecer una tarifa tan alta por encima del costo del servicio podría ir en contra de precedentes de la Corte Suprema. Esto plantea dudas sobre la viabilidad de la medida.
El Departamento de Estado emitió 10.4 millones de visas de no inmigrante en el año fiscal 2023, incluyendo 5.9 millones de visas de turista. La introducción de esta tarifa premium podría generar ingresos significativos, pero también críticas por priorizar a quienes tienen mayores recursos económicos.
Desde que asumió la presidencia el 20 de enero, Trump ha intensificado las políticas migratorias. Entre sus medidas se incluye la revocación de algunas visas de estudiante y un mayor escrutinio a todos los solicitantes, lo que ha complicado los procesos migratorios en general.
La idea de una tarifa de mil dólares se suma a otras propuestas controvertidas de Trump, como la de una “tarjeta dorada” que vendería la ciudadanía estadounidense por 5 millones de dólares. Estas iniciativas reflejan su enfoque de limitar la migración mientras se generan ingresos para el gobierno.
Un portavoz del Departamento de Estado evitó comentar sobre los documentos internos, pero señaló que la programación de citas para entrevistas de visas es un proceso dinámico y que se trabaja constantemente para mejorar las operaciones consulares a nivel global.
La posible implementación de esta tarifa ha generado debate sobre la equidad en el acceso al sistema migratorio estadounidense. Mientras algunos ven el servicio premium como una solución para reducir los tiempos de espera, otros lo consideran una medida que favorece a los más ricos, dejando a un lado a quienes no pueden pagar tarifas adicionales.
Si el programa piloto se concreta, podría marcar un precedente en cómo Estados Unidos maneja los procesos de visado. Sin embargo, las advertencias legales y las críticas públicas podrían retrasar o modificar esta propuesta antes de que entre en vigor.
Por ahora, el gobierno de Trump continúa explorando formas de reformar el sistema migratorio, manteniendo un enfoque que combina restricciones estrictas con iniciativas que generen ingresos. El impacto de estas medidas en los solicitantes de visas, especialmente de países como México, aún está por verse.