En Hidalgo del Parral, Chihuahua, el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM) está brindando apoyo a 80 personas desplazadas, víctimas de la violencia que azota la región. Estas familias, provenientes principalmente de municipios como Guachochi y Guadalupe y Calvo, han tenido que abandonar sus hogares en busca de seguridad.
El CEDEHM, con sede en Chihuahua, ha intensificado sus esfuerzos para atender las necesidades básicas de estas personas. Entre los desplazados, hay un número significativo de menores de edad, lo que agrava la situación y pone en evidencia la urgencia de una respuesta integral.
La organización ha identificado que las principales carencias de estas familias incluyen alimentación, vivienda y acceso a servicios básicos. A través de un censo, se han priorizado los apoyos alimentarios, que ya están siendo distribuidos a los afectados.
Además, el CEDEHM trabaja en colaboración con otras instancias para gestionar soluciones de vivienda. Se está elaborando un convenio con la Comisión Estatal de Vivienda (Coesvi) para ofrecer materiales de construcción a bajo costo, lo que podría ayudar a estas familias a reconstruir sus vidas.
La violencia en la región, impulsada por grupos criminales, es la causa principal de este desplazamiento forzado. Municipios como Guachochi y Guadalupe y Calvo enfrentan una creciente presencia de actividades ilícitas, lo que obliga a muchas familias a huir.
El acompañamiento del CEDEHM no solo se centra en las necesidades materiales, sino también en el apoyo psicosocial y jurídico. La organización busca garantizar que los derechos de estas personas sean respetados y que puedan acceder a justicia.
Gabino Gómez, activista del CEDEHM, ha reiterado el compromiso de la organización con estas familias. Su labor incluye abogar por políticas públicas que atiendan de manera efectiva el problema del desplazamiento forzado en Chihuahua.
La situación en Parral refleja un problema más amplio en el estado, donde la inseguridad ha desplazado a cientos de personas. Organizaciones como el CEDEHM son un pilar fundamental, pero la magnitud de la crisis exige una respuesta coordinada de las autoridades.
A pesar de los esfuerzos, las familias desplazadas enfrentan un futuro incierto. La falta de seguridad en sus comunidades de origen les impide regresar, y las condiciones en los albergues son solo una solución temporal.
Este panorama pone en evidencia la necesidad de abordar las raíces de la violencia en la región. Mientras no se garantice la seguridad, el número de desplazados seguirá creciendo, dejando a más familias en la incertidumbre.

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Atiende CEDEHM a 80 personas desplazadas en Parral: una crisis que no cesa
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