Ucrania y Rusia llevarán a cabo este fin de semana un intercambio de 500 prisioneros de guerra por cada bando, sumando un total de mil personas liberadas. El anuncio lo hizo el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, tras una reciente ronda de negociaciones en Estambul. Este acuerdo marca un nuevo paso en las conversaciones entre ambos países, que buscan soluciones al conflicto en curso.
Las negociaciones en Estambul, celebradas el pasado lunes, fueron breves pero productivas. Las delegaciones de Kyiv y Moscú intercambiaron documentos con propuestas para avanzar hacia un alto al fuego. Aunque no se lograron avances significativos en este último punto, el acuerdo para el canje de prisioneros se destaca como un logro concreto. Zelenski subrayó que este intercambio se centrará en soldados heridos graves y jóvenes combatientes.
El ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, lideró la delegación de Kyiv en las conversaciones. Según sus declaraciones, el intercambio priorizará a militares gravemente enfermos y a aquellos menores de 25 años. Además, Ucrania entregó una lista de 339 niños deportados, exigiendo su retorno inmediato. Este punto sigue siendo una prioridad clave para el gobierno ucraniano.
Por su parte, Rusia recibió las propuestas de paz de Ucrania, pero aún no ha presentado su propio memorándum de paz. Vladimir Medinsky, jefe de la delegación rusa, confirmó que Moscú analizará los documentos entregados. Sin embargo, las posturas entre ambas partes siguen distantes, especialmente en temas como la integración de Ucrania a la OTAN y la Unión Europea, demandas clave de Kyiv.
El intercambio de prisioneros es el segundo en menos de un mes. El pasado 16 de mayo, ambos países acordaron liberar a mil prisioneros por cada lado, un canje que ya se completó. Este nuevo acuerdo refuerza los esfuerzos de mediación de Turquía, que ha facilitado estas rondas de diálogo en el Palacio de Ciragan, en Estambul.
Zelenski aprovechó para presionar por sanciones internacionales más duras contra Rusia si las negociaciones no avanzan. En una rueda de prensa en Vilna, Lituania, el presidente ucraniano pidió un “nuevo paquete fuerte” de sanciones desde Estados Unidos y la Unión Europea. También propuso una tercera ronda de conversaciones a finales de junio, con la posible participación de líderes como Donald Trump.
Turquía, como mediador, ha expresado su interés en intensificar los esfuerzos de paz. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció su deseo de organizar una reunión entre Zelenski, Vladimir Putin y Donald Trump. Sin embargo, Rusia considera que una cumbre de este tipo requiere más preparación y reuniones técnicas previas.
A pesar del acuerdo sobre los prisioneros, las tensiones en el terreno no cesan. Rusia reportó la interceptación de 162 drones ucranianos en varias regiones, incluyendo Kursk y la anexionada Crimea. Ucrania, por su parte, continúa denunciando ataques rusos contra civiles y exige el retorno de miles de niños trasladados a Rusia durante el conflicto.
Este intercambio de prisioneros ofrece un respiro en medio de la guerra, pero las diferencias entre Kyiv y Moscú persisten. Ucrania insiste en un alto al fuego y garantías de seguridad, mientras Rusia prioriza resolver las “causas profundas” del conflicto, incluyendo temas territoriales. Las próximas semanas serán clave para determinar si las negociaciones avanzan hacia una solución duradera.
La comunidad internacional sigue atenta a estos desarrollos, mientras Zelenski busca apoyo en foros como la OTAN y el Vaticano. La guerra en Ucrania, que lleva más de tres años, continúa generando incertidumbre, pero gestos como este intercambio muestran que el diálogo, aunque limitado, sigue siendo posible.