La Secretaría de Cultura, encabezada por Claudia Curiel de Icaza, ha puesto en jaque al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tras el cierre abrupto de varios museos en la Ciudad de México. La crisis, que ha dejado a turistas y visitantes sin acceso a recintos culturales, se desató por problemas con la seguridad de los museos, generando críticas y malestar generalizado.
El pasado 30 de mayo, el INAH decidió reemplazar a la Policía Auxiliar de la Ciudad de México por una empresa privada para la vigilancia de 30 museos en la capital y otras entidades. Sin embargo, el personal de la empresa SSS Asistencia y Supervisión, junto con Sistemas Prácticos en Seguridad Privada, no se presentó a trabajar, dejando a los recintos sin protección adecuada.
Museos emblemáticos como el Nacional de Antropología, el Castillo de Chapultepec, el Templo Mayor, el Museo de las Intervenciones, el Museo del Carmen y el Museo del Caracol cerraron sus puertas desde el 3 de junio. Los avisos de cierre, colocados en cartulinas o difundidos en redes sociales, citaron “causas de fuerza mayor”, pero no dieron fechas de reapertura, causando frustración entre los visitantes.
Trabajadores del INAH han alzado la voz, responsabilizando al director general, Diego Prieto, y al nuevo titular de Seguridad y Resguardo del Patrimonio Cultural, Pedro Alberto Velázquez Castro, por la falta de planeación. Según el Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura, el cambio de empresa se realizó sin notificar al personal ni garantizar la seguridad del patrimonio cultural.
Claudia Curiel, tras reunirse con la presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional, anunció que los museos ya habrían reabierto, pero la realidad contradice sus palabras. A media tarde del 4 de junio, el Museo Nacional de Antropología y el Museo Nacional de las Culturas del Mundo seguían cerrados, con personal informando que la reapertura sería “hasta nuevo aviso”.
La Secretaría de Cultura evalúa ahora contratar al Servicio de Protección Federal o reinstaurar a la Policía Auxiliar para resolver la crisis. Curiel afirmó que se aplicarán sanciones a la empresa privada si no cumple con los elementos de seguridad prometidos, pero las soluciones parecen lejanas mientras los museos permanecen inaccesibles.
El caos ha generado críticas sobre la gestión del INAH y la Secretaría de Cultura. Visitantes, incluidos turistas nacionales y extranjeros, han expresado su frustración en redes sociales, especialmente porque el Museo Nacional de Antropología, recién galardonado con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025, está en el ojo del huracán.
La falta de claridad en la transición de seguridad ha puesto en riesgo no solo el acceso a estos espacios, sino también la integridad del patrimonio cultural. Los trabajadores señalan que la decisión de prescindir de la Policía Auxiliar se justificó con argumentos débiles, como el incumplimiento de criterios constitucionales de precio y calidad, sin considerar las consecuencias operativas.
Este episodio se suma a las controversias recientes del INAH, como la demanda administrativa contra una empresa vinculada al youtuber MrBeast por el uso indebido de zonas arqueológicas. La Secretaría de Cultura enfrenta ahora el desafío de restaurar la confianza en su capacidad para proteger el legado cultural de México.
Mientras tanto, los museos siguen cerrados, y la incertidumbre reina. La presión sobre el INAH crece, pero las promesas de reapertura no han sido suficientes para calmar el descontento de quienes ven en este cierre un reflejo de la desorganización en la gestión cultural del país.

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Secretaría de Cultura Presiona al INAH para Reabrir Museos en Medio de un Escándalo de Seguridad
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