En un nuevo episodio de violencia electoral, cinco municipios de Veracruz se quedaron sin posibilidad de realizar el cómputo de votos tras la quema de paquetería electoral. Los hechos ocurrieron en Tuxtilla, Hidalgotitlán, Acatlán, Mecatlán y San Andrés Tlalnelhuayocan, donde la inseguridad marcó la jornada electoral del 1 de junio de 2025.
La consejera presidenta del Organismo Público Local Electoral (OPLE), Marisol Delgadillo Morales, confirmó que la destrucción de materiales electorales imposibilita el conteo de votos en estos municipios. En algunos casos, como Tuxtilla, la turba no solo incendió paquetes electorales, sino también el palacio municipal, desatando el caos en la región.
En Hidalgotitlán, las boletas que daban ventaja a la candidata de Morena, Floricelia Sánchez, fueron quemadas en medio de disparos al aire. Esta situación refleja la grave intromisión de la violencia en el proceso electoral, poniendo en duda la transparencia de los resultados en estos lugares.
En Acatlán, hombres destruyeron la papelería electoral arrojándola al agua, lo que provocó la pérdida total de la información. Aunque en este municipio se lograron rescatar tres paquetes, las actas disponibles no son suficientes para realizar un cómputo completo.
En Mecatlán, militantes de Morena retuvieron a funcionarios del Consejo Municipal Electoral, impidiendo el desarrollo normal del proceso. Las autoridades electorales evalúan ahora las condiciones de seguridad para determinar cómo proceder en este municipio.
San Andrés Tlalnelhuayocan también sufrió un incendio en las oficinas donde se resguardaban los votos, afectando un total de 8,800 sufragios de 23 casillas. Según el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), el PRI llevaba la ventaja en este municipio.
La quema de paquetería no es un hecho aislado. Durante la jornada electoral, Veracruz enfrentó múltiples incidentes, desde balaceras hasta retención de funcionarios, que empañaron el proceso en varios puntos del estado. La presencia de la Guardia Nacional y la policía estatal fue insuficiente para contener la violencia.
Estos disturbios se suman a un contexto de inseguridad que marcó las campañas electorales en Veracruz. Con dos candidatos asesinados y más de 500 renuncias de aspirantes, el clima de tensión ha sido constante en la entidad.
La gobernadora Rocío Nahle ha enfrentado críticas por la falta de medidas efectivas para garantizar la seguridad durante el proceso electoral. Los hechos en estos cinco municipios evidencian los retos que persisten en Veracruz para llevar a cabo elecciones transparentes y seguras.
Mientras las autoridades electorales analizan cómo resolver esta crisis, la incertidumbre crece entre la población. La ausencia de resultados oficiales en estos municipios plantea serias dudas sobre la legitimidad del proceso electoral en Veracruz.