La reciente derrota electoral del Partido Acción Nacional (PAN) en las elecciones del 2 de junio ha desatado una ola de críticas internas hacia su líder nacional, Jorge Romero. Militantes y figuras destacadas del partido han alzado la voz, señalando que los resultados reflejan una desconexión con la ciudadanía y una estrategia fallida que debe corregirse de inmediato.
En una carta firmada por 72 panistas, se exige a Romero tomar medidas drásticas para recuperar escaños, gubernaturas y municipios en las elecciones intermedias de 2027. Los firmantes, entre los que se encuentran exgobernadores y líderes históricos, consideran que el PAN está en una crisis profunda que requiere una renovación total para volver a ser competitivo.
La misiva, respaldada por figuras como el expresidente Vicente Fox, critica la falta de apertura del partido hacia nuevos liderazgos y ciudadanos. Los panistas demandan un cambio en el modelo actual, que califican de cerrado y elitista, para incluir a más sectores sociales, especialmente a los jóvenes, en la toma de decisiones.
Jorge Romero, quien asumió la dirigencia del PAN en noviembre de 2024, ha prometido una transformación del partido. Sin embargo, sus palabras no han sido suficientes para calmar las críticas. Militantes como Adriana Dávila han señalado que el 70% de abstencionismo en la elección interna del PAN refleja un descontento generalizado con la dirigencia actual.
La carta también apunta a errores estratégicos en la alianza con el PRI, que no logró frenar el avance de Morena en las urnas. Los panistas consideran que la coalición con partidos históricos debilitó la identidad del PAN y alejó a los votantes que buscaban una oposición sólida y diferenciada.
Otro punto de tensión es la percepción de que el PAN no ha sabido comunicar sus propuestas ni conectar con las preocupaciones reales de los mexicanos. Los militantes exigen una estrategia clara que priorice temas como la seguridad, la economía y la defensa de las instituciones democráticas frente al dominio de Morena.
Romero, por su parte, ha defendido su gestión y asegura que trabaja en abrir el partido a la ciudadanía. En recientes declaraciones, destacó que el PAN debe ser una herramienta de la sociedad y no solo de sus militantes, aunque sus promesas aún no convencen a todos los sectores del partido.
La presión interna no solo recae en Romero, sino también en la necesidad de redefinir el rumbo del PAN como oposición. Los panistas advierten que, sin una autocrítica profunda y cambios estructurales, el partido podría seguir perdiendo relevancia frente a un Morena que controla la mayoría de los espacios políticos en el país.
El desafío para Romero es mayúsculo: debe unificar a un partido fracturado, recuperar la confianza de los ciudadanos y construir una alternativa viable para 2027. Los próximos meses serán clave para determinar si el PAN logra reinventarse o continúa en una crisis que amenaza su supervivencia política.
La carta de los 72 militantes cierra con un mensaje claro: el PAN debe escuchar a la ciudadanía y actuar con urgencia. La renovación no es solo una opción, sino una necesidad para evitar que el partido quede relegado en el panorama político mexicano.