Residentes del fraccionamiento privado Villas de Santa Rosa, en Apodaca, Nuevo León, viven bajo constante temor debido a una creciente ola de robos que ha sacudido su comunidad. Casas y vehículos han sido blanco de delincuentes que operan con total impunidad, dejando a los habitantes en un estado de alerta permanente. La situación ha generado indignación entre los vecinos, quienes señalan que la seguridad prometida en este sector exclusivo no se cumple.
Los robos, que incluyen desde pertenencias personales hasta autopartes, han incrementado en los últimos meses, según denuncias de los afectados. Vecinos reportan que los ladrones aprovechan la falta de vigilancia nocturna para cometer sus fechorías, ingresando a las viviendas con aparente facilidad. Algunos incluso han captado a los delincuentes en cámaras de seguridad, pero esto no ha sido suficiente para frenar los atracos.
La comunidad ha expresado su frustración por la falta de respuesta efectiva de las autoridades locales. A pesar de las múltiples denuncias presentadas, los habitantes sienten que sus quejas no son atendidas con la urgencia que amerita. La percepción de abandono por parte de la policía municipal es generalizada, y los residentes exigen medidas concretas para garantizar su seguridad.
Testimonios de los vecinos describen cómo los ladrones operan con audacia, incluso a plena luz del día. En algunos casos, los delincuentes han forzado cerraduras o escalado bardas para entrar a las casas, llevándose objetos de valor y dejando a las familias en un estado de vulnerabilidad. La tranquilidad que alguna vez caracterizó a este fraccionamiento privado se ha desvanecido.
La falta de patrullaje constante en la zona es uno de los puntos más criticados por los residentes. Aunque el fraccionamiento cuenta con casetas de seguridad, los vecinos aseguran que los guardias no tienen la capacidad o los recursos para enfrentar a los delincuentes. Esto ha llevado a algunos a organizarse en grupos de vigilancia vecinal, aunque reconocen que no es una solución sostenible.
La situación en Villas de Santa Rosa no es un caso aislado en Apodaca. Reportes previos han señalado problemas similares en otras colonias, donde la inseguridad parece estar en aumento. Los habitantes se preguntan por qué, a pesar de los impuestos que pagan, no reciben la protección que merecen en un municipio que presume ser uno de los más desarrollados de Nuevo León.
Las autoridades municipales, lideradas por el alcalde César Garza, aún no han emitido un pronunciamiento claro sobre esta problemática. Los vecinos demandan un plan de seguridad integral que incluya más patrullas, cámaras de vigilancia funcionales y una coordinación efectiva entre la policía y los guardias privados del fraccionamiento. La paciencia de la comunidad se agota mientras los robos continúan.
El impacto de esta ola de robos va más allá de las pérdidas materiales. Los residentes viven con miedo, especialmente las familias con niños y adultos mayores, quienes se sienten particularmente vulnerables. La incertidumbre ha cambiado la dinámica del fraccionamiento, donde ahora predomina la desconfianza hacia los extraños y el temor a salir de casa.
Algunos vecinos han propuesto soluciones como la instalación de alarmas y sistemas de seguridad adicionales, pero coinciden en que estas medidas no deberían ser su responsabilidad exclusiva. La presión sobre las autoridades crece, y los habitantes esperan que se tomen acciones inmediatas para devolverles la seguridad que les fue prometida al elegir vivir en Villas de Santa Rosa.
La situación en este fraccionamiento es un reflejo de los retos de inseguridad que enfrentan muchas comunidades en México. Mientras los vecinos de Apodaca buscan respuestas, la pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo podrán vivir sin miedo en sus propios hogares?

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Ola de robos azota fraccionamiento privado en Apodaca: vecinos exigen acción inmediata
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