Las primeras lluvias de la temporada han puesto en jaque a cinco municipios del Estado de México cercanos al Río Lerma, donde el riesgo de inundaciones se dispara. Protección Civil estatal ha encendido las alertas, priorizando la atención en Lerma, Ocoyoacac, San Mateo Atenco, Toluca y Metepec. Las autoridades advierten que las precipitaciones recientes han elevado los niveles del río, generando preocupación entre los habitantes.
La situación en la zona industrial de Lerma es crítica. Las inundaciones han alcanzado hasta un metro de altura, dejando vehículos atrapados y empresas afectadas. Imágenes aéreas muestran el impacto devastador en avenidas como Las Partidas, donde el agua ha paralizado la actividad económica. Los trabajadores de la zona enfrentan dificultades para movilizarse, y el caos reina en las vialidades.
En respuesta, el gobierno estatal ha instalado una Mesa Interinstitucional de Coordinación con autoridades federales y municipales. Lerma, Ocoyoacac, San Mateo Atenco, Toluca y Metepec trabajan contrarreloj para mitigar los daños. Sin embargo, las labores de desazolve y bombeo, aunque operan las 24 horas, parecen insuficientes ante la magnitud del problema.
Protección Civil ha intensificado los esfuerzos con maquinaria pesada y el apoyo del Grupo Tláloc, especializado en emergencias por lluvias. En San Mateo Atenco, una de las zonas más vulnerables, se han reportado encharcamientos severos que afectan viviendas y comercios. Las autoridades piden a la población no arrojar basura en las calles, ya que obstruye el drenaje y agrava las inundaciones.
Toluca, la capital del estado, no se queda atrás. Las labores de limpieza de alcantarillas y canales se han redoblado, pero las lluvias no dan tregua. Los habitantes de las zonas bajas, cercanas al Río Lerma, viven con la incertidumbre de un posible desbordamiento que podría agravar la situación.
El gobierno del Edomex asegura que está coordinando acciones con los ayuntamientos para atender las áreas más afectadas. Sin embargo, la falta de infraestructura adecuada para enfrentar las lluvias ha quedado en evidencia. Los municipios han reportado que las coladeras y sistemas de drenaje no se dan abasto, un problema recurrente que no parece tener solución a corto plazo.
En Metepec, el nivel del río ha alcanzado niveles preocupantes, recordando episodios pasados donde las inundaciones causaron estragos. Los habitantes de las zonas aledañas están en alerta, mientras las autoridades locales piden calma y prometen actuar con rapidez. La coordinación con el gobierno federal busca agilizar los recursos, pero los resultados aún son inciertos.
La temporada de lluvias apenas comienza, y estos cinco municipios ya enfrentan serios desafíos. La falta de mantenimiento en los sistemas de drenaje y la urbanización descontrolada en las márgenes del Río Lerma son factores que agravan el problema. Los mexiquenses exigen soluciones de fondo, mientras las autoridades luchan por contener una crisis que podría empeorar con las próximas tormentas.
Este panorama pone en evidencia la vulnerabilidad de la región ante fenómenos climáticos cada vez más intensos. Las lluvias, aunque necesarias para recuperar el nivel de las presas, traen consigo un alto costo para las comunidades. La ciudadanía espera respuestas claras y acciones efectivas para evitar que las inundaciones se conviertan en una tragedia mayor.