La presa Miguel Alemán Valdés, ubicada en Valle de Bravo, Estado de México, ha alcanzado un nivel de llenado del 62%, una cifra que no se veía desde hace varios años. Este aumento marca un hito importante tras una prolongada temporada de estiaje que había afectado severamente los niveles de agua en la región.
El Sistema Cutzamala, del cual forma parte esta presa, abastece de agua a millones de personas en el Valle de México. Durante los últimos años, la sequía había reducido drásticamente los niveles de almacenamiento, generando preocupación por la disponibilidad de agua para uso doméstico y agrícola.
Según datos de la Comisión Nacional del Agua, el incremento en el llenado se debe a las lluvias registradas en las últimas semanas, que han permitido una recuperación significativa. La presa de Valle de Bravo, junto con las de El Bosque y Villa Victoria, conforma un sistema clave para la región.
En mayo, el nivel de llenado del Sistema Cutzamala era de apenas un 32.4%, lo que había encendido las alarmas. Sin embargo, las precipitaciones recientes han cambiado el panorama, llevando a la presa de Valle de Bravo a superar el umbral crítico y alcanzar un nivel mucho más estable.
Este avance no solo beneficia a los habitantes del Estado de México, sino también a la Ciudad de México, que depende en un 25% del agua proveniente del Sistema Cutzamala. La mejora en los niveles de almacenamiento reduce la presión sobre el suministro en la zona metropolitana.
A pesar de esta buena noticia, las autoridades han enfatizado la importancia de mantener un uso responsable del agua. La temporada de lluvias aún no termina, y las condiciones climáticas podrían influir en los niveles futuros de las presas.
La recuperación de la presa también tiene un impacto positivo en el turismo de Valle de Bravo, una región conocida por su belleza natural. Los bajos niveles de agua habían afectado la navegación y las actividades recreativas, pero ahora se espera una reactivación.
Organizaciones locales han destacado que, aunque el panorama es alentador, es crucial seguir monitoreando la calidad del agua. Estudios recientes han señalado problemas de contaminación en la presa, lo que podría afectar su ecosistema a largo plazo.
La Conagua continuará vigilando los niveles de las presas del Sistema Cutzamala para garantizar el abasto de agua. Los reportes semanales muestran un esfuerzo constante por equilibrar la distribución entre el uso urbano y agrícola.
Este resurgimiento de la presa de Valle de Bravo ofrece un respiro a la región, pero también recuerda la importancia de proteger los recursos hídricos frente a los retos del cambio climático y el crecimiento poblacional.

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La presa de Valle de Bravo resurge con un 62% de llenado tras años de sequía
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