El senador Gerardo Fernández Noroña, figura prominente de Morena, se encuentra en el ojo del huracán tras las recientes elecciones judiciales. Durante el proceso del 1 de junio, miles de ciudadanos expresaron su descontento de manera contundente, marcando las boletas con insultos y “mentadas” dirigidas al legislador. Este acto refleja un malestar generalizado hacia su figura y las políticas que representa.
La jornada electoral, destinada a elegir jueces y magistrados, se convirtió en un escenario de rechazo para Noroña. Según reportes, las boletas con insultos hacia el senador no fueron un caso aislado, sino una constante que destacó en el conteo de votos. Este fenómeno ha sido interpretado como una señal de hartazgo ciudadano ante el estilo confrontacional del morenista.
Fernández Noroña, conocido por su retórica encendida y su papel como presidente del Senado, respondió a las críticas con desdén. En una declaración reciente, aseguró que “en la calle nadie me molesta”, minimizando el impacto de los insultos en las boletas. Sin embargo, sus palabras han avivado aún más las críticas de opositores que lo acusan de arrogancia.
La senadora panista Lilly Téllez no perdió la oportunidad de burlarse del morenista. En un tono irónico, señaló que las “mentadas” contra Noroña fueron tan numerosas que, de contarse como votos, podrían haberle asegurado un lugar en la Suprema Corte. Téllez también destacó el cambio en el semblante del senador, sugiriendo que las críticas han comenzado a afectarlo.
Por su parte, Alejandro Moreno, líder del PRI, también arremetió contra Noroña, acusándolo de encabezar una “farsa electoral”. Moreno afirmó que el senador de Morena recibió más insultos que votos, cuestionando su representatividad y señalándolo como parte de un grupo político que busca desestabilizar al país.
El episodio de las boletas no es el único enfrentamiento reciente de Noroña. Su historial de confrontaciones incluye choques con estudiantes, ciudadanos en aeropuertos y hasta con miembros de su antiguo partido, el PT. Estas disputas han consolidado su imagen como un político polarizante, incapaz de escapar de la controversia.
A pesar de las críticas, Noroña mantiene su postura desafiante. En recientes declaraciones, defendió su papel en la elección judicial y minimizó las impugnaciones al proceso, argumentando que los ciudadanos deben asumir la responsabilidad de su voto. Sin embargo, sus palabras no han logrado calmar el descontento que lo rodea.
El caso de las “mentadas” en las boletas no solo expone el rechazo hacia Fernández Noroña, sino también el clima de polarización política en México. Mientras el senador sigue siendo una figura central en Morena, su capacidad para generar controversia parece superar su influencia legislativa, dejando un rastro de división a su paso.

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Fernández Noroña bajo fuego: las boletas electorales se llenan de insultos contra el senador de Morena
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