La discusión de las reformas en materia de telecomunicaciones y desapariciones forzadas se ha estancado en el Congreso de la Unión. Ricardo Monreal, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, anunció que la falta de consensos mínimos entre las fuerzas políticas ha obligado a posponer los debates hasta finales de junio. Este nuevo retraso pone en evidencia las dificultades del partido oficialista para avanzar en la agenda legislativa impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Las reformas, que incluyen la creación de una Plataforma Digital de Usuarios de Telefonía Móvil y medidas para fortalecer la búsqueda de personas desaparecidas, han generado fuertes críticas. La propuesta de telecomunicaciones, en particular, ha levantado sospechas por su posible impacto en la privacidad de los ciudadanos. Organizaciones civiles y partidos de oposición han señalado que el registro obligatorio de datos biométricos podría violar derechos fundamentales.
Monreal admitió que las iniciativas, presentadas como prioritarias por el gobierno federal, no han logrado el respaldo necesario. En el caso de las desapariciones forzadas, los colectivos de familias buscadoras han exigido mayor diálogo y claridad. La presión de estos grupos ha frenado el avance de las propuestas, obligando al Congreso a replantear su estrategia para evitar conflictos sociales.
El tema de la seguridad pública también está en el centro de la controversia. Las reformas buscan modernizar los sistemas de inteligencia e investigación para combatir delitos de alto impacto, como el secuestro y la extorsión. Sin embargo, la oposición advierte que las propuestas podrían derivar en abusos de poder si no se establecen candados claros para proteger los datos personales de los mexicanos.
En telecomunicaciones, la creación de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones sigue siendo un punto de fricción. La facultad de esta agencia para bloquear plataformas digitales ha sido duramente cuestionada. Aunque Morena ha prometido revisar el polémico artículo 109, las dudas persisten sobre la intención detrás de estas medidas.
El coordinador de Morena insistió en que el objetivo es construir consensos amplios para garantizar la legalidad y el respeto a los derechos humanos. Sin embargo, las constantes postergaciones han generado críticas sobre la falta de liderazgo en el Congreso. La oposición acusa al oficialismo de intentar imponer reformas sin un análisis profundo ni diálogo genuino.
La decisión de aplazar los debates hasta finales de junio coincide con el cierre del periodo ordinario de sesiones. Esto significa que las reformas podrían discutirse en un periodo extraordinario, lo que aumenta la incertidumbre sobre su aprobación. Mientras tanto, colectivos y ciudadanos mantienen la presión para que las leyes no se aprueben sin un escrutinio exhaustivo.
El retraso refleja las tensiones entre el gobierno de Sheinbaum y los sectores críticos. La falta de acuerdos pone en duda la capacidad de Morena para cumplir con su ambiciosa agenda legislativa. A medida que se acerca el fin del periodo, la ciudadanía espera respuestas claras sobre cómo estas reformas afectarán sus derechos y su seguridad.