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¡Escándalo en México! Sheinbaum se niega a usar la fuerza contra maestros de la CNTE, pero ¿a qué costo?

La presidenta Claudia Sheinbaum ha dejado claro que no recurrirá a la fuerza pública para frenar las protestas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que han paralizado puntos clave de la Ciudad de México. En su conferencia matutina, la mandataria insistió en una resolución pacífica, delegando el diálogo a las secretarías de Gobernación, Educación Pública y al ISSSTE. Pero, ¿es esta postura una estrategia genuina o solo una forma de evitar el desgaste político?
Desde el 15 de mayo, los maestros de la CNTE han intensificado sus movilizaciones, con un plantón indefinido en el Zócalo y bloqueos en avenidas principales. Sus demandas incluyen la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, un aumento salarial del 100% y la eliminación de la reforma educativa de 2019. Las protestas han generado caos vial y afectaciones a la ciudadanía, lo que ha desatado críticas hacia el gobierno por su manejo del conflicto.
Sheinbaum reconoció las molestias que estas manifestaciones han causado a los ciudadanos, pero se mantuvo firme en su rechazo a la represión. “No vamos a caer en provocaciones, no creemos en la represión”, afirmó desde Palacio Nacional. Sin embargo, su decisión de no reunirse directamente con los líderes de la CNTE, tras incidentes como agresiones a reporteros, ha levantado sospechas sobre su compromiso real con el diálogo.
La presidenta delegó las negociaciones a Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, Mario Delgado, titular de Educación, y Martí Batres, director del ISSSTE. Según Sheinbaum, estas dependencias informarán sobre las propuestas entregadas al magisterio disidente. Pero los maestros han calificado estas propuestas como insuficientes, exigiendo soluciones concretas a sus demandas históricas.
El conflicto se ha agravado con la amenaza de la CNTE de boicotear la elección judicial del 1 de junio, un evento clave para la administración de Morena. Sheinbaum ha cuestionado la relación entre las demandas magisteriales y las protestas en el Instituto Nacional Electoral, acusando a algunos sectores de la CNTE de alinearse con posturas conservadoras. ¿Estará la presidenta insinuando una conspiración detrás de las movilizaciones?
A pesar de las tensiones, Sheinbaum insiste en que su gobierno apoya al magisterio. Recordó que se ha implementado un aumento salarial del 10% y medidas como el Fondo de Pensiones para el Bienestar, que busca garantizar jubilaciones justas. Sin embargo, los maestros consideran estas acciones como migajas, lejos de cumplir con sus expectativas de un cambio estructural en el sistema educativo y laboral.
Las protestas de la CNTE no solo afectan a la capital, sino que se han extendido a estados como Chiapas, Oaxaca y Michoacán, donde los bloqueos carreteros han generado más inconformidad. La falta de acuerdos concretos tras semanas de movilizaciones pone en evidencia la dificultad del gobierno para resolver este conflicto sin ceder a las presiones del magisterio.
Mientras tanto, la ciudadanía sigue padeciendo las consecuencias de los bloqueos, desde retrasos en el aeropuerto hasta el cierre de escuelas. La pregunta que muchos se hacen es: ¿hasta cuándo permitirá Sheinbaum que las protestas paralicen el país? La paciencia de los mexicanos parece agotarse, y la presión sobre la presidenta crece día con día.
Este enfrentamiento entre el gobierno y la CNTE revela las tensiones entre las promesas de la Cuarta Transformación y las demandas de un sector clave como el magisterial. Con las elecciones judiciales a la vuelta de la esquina, el manejo de esta crisis podría definir el rumbo político de Sheinbaum en los próximos meses. ¿Podrá la presidenta encontrar un equilibrio sin recurrir a la fuerza?

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