Un migrante mexicano indocumentado, Ramón Morales Reyes, fue detenido en Wisconsin bajo la grave acusación de haber amenazado de muerte al presidente Donald Trump. Sin embargo, nuevas evidencias revelan que todo fue una trampa orquestada para incriminarlo y lograr su deportación. La verdad detrás de este caso ha generado indignación y pone en duda las acciones de las autoridades estadounidenses.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció la detención de Morales Reyes el pasado 28 de mayo, afirmando que había enviado una carta donde amenazaba con dispararle a Trump en la cabeza durante un mitin. La carta, escrita en tinta azul claro, expresaba supuestamente el enojo del migrante por las políticas migratorias de Trump. Noem incluso compartió la misiva y una foto de Morales Reyes en redes sociales, un acto que fue replicado por la Casa Blanca.
La historia dio un giro inesperado cuando los investigadores descubrieron que la caligrafía de Morales Reyes no coincidía con la de la carta. Tras solicitar una muestra de su escritura, las autoridades concluyeron que él no fue el autor del mensaje amenazante. Este hallazgo ha levantado sospechas sobre una posible manipulación para perjudicar al migrante.
Según reportes, la carta fue enviada a una oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y otras agencias policiales. Las investigaciones apuntan a que alguien intentó incriminar a Morales Reyes, posiblemente para beneficiar a otra persona involucrada en un caso de robo y agresión donde el mexicano es la víctima. Este caso ha expuesto serias fallas en el manejo de las acusaciones por parte de las autoridades.
Morales Reyes, de 54 años, fue arrestado el 21 de mayo tras dejar a su hijo en la escuela en Milwaukee. La policía local ya había interrogado al migrante el día de su detención, sospechando que alguien buscaba su deportación. Los registros muestran que Morales Reyes proporcionó una nota manuscrita con información sobre su familia, la cual no coincidía con la caligrafía de la carta amenazante.
El caso ha tomado un rumbo aún más grave con la acusación formal contra Demetric D. Scott, un hombre de Wisconsin. Los fiscales señalan que Scott falsificó la carta para incriminar a Morales Reyes, con el objetivo de que fuera deportado antes de un juicio donde el migrante es testigo clave. Scott enfrenta cargos por intimidación de testigos, robo de identidad y violación de fianza.
La difusión de la acusación falsa por parte de Noem y el Departamento de Seguridad Nacional ha generado consecuencias devastadoras para Morales Reyes y su familia. Abogados y activistas en Milwaukee han denunciado que la familia del migrante ha recibido amenazas tras la publicación de la carta y la foto de Morales Reyes en redes sociales.
Organizaciones como Voces de la Frontera han exigido una corrección pública por parte del Departamento de Seguridad Nacional. La directora ejecutiva, Christine Neumann-Ortiz, destacó que la acusación falsa ha puesto en peligro la seguridad de la familia de Morales Reyes. Los abogados del migrante trabajan ahora para lograr su liberación y explorar opciones legales para mantenerlo en Estados Unidos con su familia, que incluye a tres hijos ciudadanos estadounidenses.
Este caso pone en evidencia los peligros de las acusaciones precipitadas y el impacto de las políticas migratorias en personas vulnerables. La detención de Morales Reyes se enmarca en un contexto de tensiones por las políticas de deportación masiva impulsadas por la administración de Trump, que han generado críticas tanto en Estados Unidos como en México.
La situación de Morales Reyes sigue siendo incierta, mientras su caso se convierte en un símbolo de las injusticias que enfrentan los migrantes en un clima de creciente hostilidad. Este escándalo no solo cuestiona la actuación de las autoridades, sino que también resalta la importancia de verificar la información antes de señalar a alguien como culpable.