En un nuevo capítulo de tensión en la capital, maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) protagonizaron disturbios frente a la Secretaría de Gobernación (Segob). Mientras líderes sindicales dialogaban con funcionarios, un grupo de encapuchados, supuestamente maestros de Guerrero, lanzó bombas caseras y piedras, intentando derribar las puertas del edificio.
Las autoridades federales, encabezadas por el gobierno de Claudia Sheinbaum, respondieron con un comunicado conjunto de la Segob y la Secretaría de Educación Pública (SEP). Condenaron la violencia y llamaron a los docentes a retomar el diálogo de manera pacífica, asegurando que buscan soluciones en beneficio del magisterio.
Este enfrentamiento marca el primer episodio violento tras 21 días de paro nacional. Los maestros exigen la derogación de la ley de pensiones del ISSSTE, un aumento salarial del 100% y una reunión directa con la presidenta. Las protestas han incluido bloqueos en el Zócalo y otras vialidades clave de la Ciudad de México.
Sheinbaum, en su conferencia matutina, insistió en que su gobierno no reprimirá las manifestaciones. “No usaremos a la Policía ni a la Guardia Nacional para reprimir a nadie. Siempre buscaremos el diálogo”, afirmó. Sin embargo, los docentes consideran insuficientes las propuestas del gobierno, como el aumento salarial del 9% retroactivo a enero y un 1% adicional a partir de septiembre.
Los disturbios ocurrieron mientras representantes de la CNTE, el ISSSTE, la Secretaría de Hacienda y la SEP estaban convocados para negociar. El objetivo era poner fin al paro que ha dejado sin clases a 1.5 millones de estudiantes. Sin embargo, las acciones violentas de un grupo de manifestantes complicaron el panorama.
Algunos inconformes gritaban durante los disturbios que los agresores “no eran maestros”, lo que generó confusión. La CNTE ha rechazado consistentemente las ofertas del gobierno, calificándolas de “imprecisas” y “demagógicas”. Su plantón en el Zócalo sigue firme, afectando la dinámica de la capital.
El gobierno de Sheinbaum enfrenta un dilema: mantener su postura de no represión mientras las protestas escalan. La presidenta ha destacado que su administración ha hecho un “esfuerzo extraordinario” con propuestas como congelar la edad de jubilación, pero los maestros insisten en que no cumplen sus demandas.
La situación se agrava con el antecedente de bloqueos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y agresiones a periodistas durante las protestas. Mario Delgado, titular de la SEP, lamentó estas acciones y reiteró el llamado al diálogo, asegurando que el gobierno está abierto a negociar.
El magisterio, especialmente la CETEG de Guerrero, ha intensificado sus acciones, incluyendo enfrentamientos con la Guardia Nacional en otros estados. Estas protestas reflejan un descontento profundo con las políticas educativas y laborales del gobierno federal.
Mientras la CNTE evalúa sus próximas acciones, la Ciudad de México permanece en vilo. La falta de acuerdos podría prolongar el conflicto, afectando a millones de estudiantes y ciudadanos. El gobierno de Sheinbaum enfrenta un reto crucial para evitar que la situación se salga de control.

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Disturbios en la Ciudad de México: Maestros de la CNTE desafían al gobierno de Sheinbaum
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