En los primeros cuatro meses de 2025, el estado de Chihuahua ha registrado una cifra alarmante: 122 personas han decidido quitarse la vida. Según datos oficiales, este número refleja una preocupante tendencia en la entidad, que continúa enfrentándose a una crisis de salud mental que no parece ceder.
La capital, Chihuahua, encabeza la lista con 33 casos, seguida muy de cerca por Ciudad Juárez, que reporta 32 suicidios. Otros municipios como Cuauhtémoc, Delicias y Parral también figuran en las estadísticas, mostrando que el problema no se limita a las grandes ciudades, sino que afecta a diversas regiones del estado.
El aumento de casos es notable en comparación con años anteriores. En 2024, durante el mismo periodo, se registraron 166 suicidios, mientras que en 2023 la cifra fue de 159. Aunque los números de 2025 son ligeramente menores, la situación sigue siendo grave, especialmente porque los casos se concentran en grupos vulnerables.
Los jóvenes de entre 15 y 39 años son los más afectados, representando la mayoría de los casos. Este rango de edad, que incluye adolescentes y adultos jóvenes, refleja las presiones sociales, económicas y emocionales que enfrentan las nuevas generaciones en un entorno cada vez más complejo.
Entre los casos más impactantes, se reportó el suicidio de un adolescente de 13 años en Hidalgo del Parral, un hecho que conmocionó a la comunidad. Asimismo, en Cuauhtémoc, un agente de la Policía Municipal se quitó la vida, evidenciando que ni siquiera las figuras de autoridad están exentas de esta problemática.
Las autoridades de salud han señalado que la depresión, el abuso de sustancias y la falta de acceso a servicios de salud mental son factores clave detrás de estas cifras. A pesar de los esfuerzos, como la Línea de Atención a Personas en Crisis, la respuesta parece insuficiente ante la magnitud del problema.
La Organización Mundial de la Salud define el suicidio como un acto deliberado, influenciado por una combinación de factores psicológicos, sociales y económicos. En Chihuahua, la falta de recursos y la estigmatización de la salud mental agravan la situación, dejando a muchas personas sin el apoyo necesario.
La Secretaría de Salud estatal ha atendido a más de mil personas en riesgo de suicidio en lo que va del año, pero los expertos advierten que se necesita una estrategia más integral. La prevención, el diagnóstico temprano y el acceso a tratamientos especializados son fundamentales para revertir esta tendencia.
La sociedad civil también ha levantado la voz, exigiendo mayor atención a la salud mental en escuelas y comunidades. La tragedia de los suicidios no solo afecta a las víctimas, sino que deja un profundo impacto en sus familias y entornos cercanos.
Chihuahua enfrenta un desafío urgente. La cifra de 122 suicidios en solo cuatro meses es un recordatorio de que la salud mental debe ser una prioridad. Sin acciones concretas, el estado seguirá perdiendo vidas a un ritmo alarmante.