El gobierno del Estado de México, encabezado por Delfina Gómez, ha lanzado dos programas sociales clave para 2025: Mi Primer Hogar y Vivienda para el Bienestar. Estos buscan combatir el rezago habitacional y mejorar las condiciones de vida de miles de mexiquenses. Sin embargo, la implementación de estas iniciativas ha generado expectativas y dudas sobre su alcance real.
Mi Primer Hogar está dirigido a jóvenes de 18 a 29 años que no cuentan con vivienda propia pero poseen un terreno de al menos 80 metros cuadrados. El programa ofrece materiales para autoconstrucción de casas de 55 metros cuadrados, una oportunidad para que los jóvenes mexiquenses tengan un espacio digno. No se entregará apoyo económico, solo insumos para construir.
Por su parte, Vivienda para el Bienestar beneficia a personas mayores de 18 años en situación de pobreza o con carencias en servicios básicos. Los apoyos incluyen tinacos, calentadores solares, paneles solares, biodigestores, paquetes de cemento, piso firme y más. La meta es mejorar la calidad de vida en los 125 municipios del estado.
El pre-registro para ambos programas inicia el 9 de junio de 2025 y se extenderá hasta el 8 de julio, debido a un ajuste por la veda electoral. Todo se realizará en línea a través del sitio programasimevis.edomex.gob.mx, siguiendo un calendario basado en la inicial del primer apellido. Los solicitantes deben preparar documentos como identificación oficial, CURP y comprobante de domicilio.
Para Mi Primer Hogar, los solicitantes necesitan acreditar la propiedad de un terreno sin construcciones, con acceso preferente a servicios públicos. Además, se dará prioridad a grupos vulnerables, como personas con discapacidad, madres solteras o afectados por desastres naturales. La selección busca ser transparente, pero la demanda podría superar la oferta.
En el caso de Vivienda para el Bienestar, los apoyos están diseñados para quienes no han recibido beneficios similares del gobierno federal. Se priorizará a sectores como personas con enfermedades crónicas, indígenas, repatriados o residentes en zonas rurales. La vivienda debe presentar carencias claras para calificar.
Una vez completado el pre-registro, los aprobados recibirán un correo con la fecha para presentarse en módulos de registro presenciales. Ahí entregarán documentos originales y el Formato Único de Bienestar. Este proceso, según el gobierno, busca garantizar equidad, aunque no está exento de cuestionamientos sobre su logística.
El Instituto Mexiquense de la Vivienda Social (Imevis) asegura que ambos programas son gratuitos y personales. Sin embargo, la capacidad del organismo para atender a todos los solicitantes sigue siendo una incógnita. La alta necesidad de vivienda en el estado pone a prueba estas iniciativas.
El calendario de pre-registro inicia con apellidos de la A y B los días 9 y 10 de junio, seguido por otras letras hasta el 8 de julio. El 30 de junio se abre una ventana para rezagados. La transparencia en la asignación de apoyos será clave para evitar favoritismos.
Estos programas representan un esfuerzo del gobierno estatal por atender el rezago habitacional, pero su éxito dependerá de la ejecución y la claridad en los procesos. Miles de mexiquenses esperan que estas promesas se traduzcan en mejoras reales para sus hogares.