En un nuevo golpe a la salud pública en Chihuahua, se confirmó el fallecimiento de una niña de dos años por complicaciones derivadas del sarampión. La menor, originaria de Ojinaga y perteneciente a la comunidad rarámuri, no estaba vacunada, lo que agrava la preocupación por el manejo de este brote en el estado.
El caso representa la cuarta muerte por sarampión en Chihuahua en lo que va de 2025, un año que ha visto un alarmante aumento de contagios. Según reportes, la entidad acumula más de 1,800 casos confirmados, una cifra que refleja la gravedad de la situación sanitaria.
La niña, de casi tres años, no recibió atención médica oportuna ni contaba con el esquema completo de vacunación. Este hecho pone en evidencia las fallas en la cobertura de inmunización, especialmente en comunidades vulnerables como las de los pueblos originarios.
El brote de sarampión en Chihuahua ha sido vinculado a casos importados, con Chihuahua como uno de los principales focos de contagio en México. Las autoridades sanitarias han señalado que la falta de vacunación es un factor clave en la propagación de la enfermedad.
Además de este caso, se han reportado fallecimientos previos en la entidad, incluyendo dos menores en Namiquipa y Ojinaga, ambos sin vacunas. Uno de ellos padecía leucemia y el otro una afección renal, condiciones que agravaron su estado.
La Secretaría de Salud de Chihuahua ha intensificado los llamados a la población para completar los esquemas de vacunación. Sin embargo, la persistencia del brote sugiere que las medidas no han sido suficientes para contener la crisis.
En comunidades como la rarámuri, el acceso limitado a servicios de salud y la falta de campañas efectivas de vacunación han complicado la respuesta al brote. La situación exige una acción urgente para proteger a los más vulnerables.
A nivel nacional, el sarampión ha cobrado cinco vidas en 2025, cuatro de ellas en Chihuahua. Este panorama pone en alerta a las autoridades, que enfrentan el desafío de frenar una enfermedad que podría controlarse con medidas preventivas adecuadas.
La tragedia de esta menor resalta la importancia de la vacunación y la necesidad de fortalecer los sistemas de salud en regiones marginadas. La comunidad rarámuri, como otras en el país, enfrenta barreras que dificultan el acceso a servicios básicos.
Mientras el brote continúa, la población debe estar atenta a síntomas como fiebre alta, tos, secreción nasal y sarpullido. La detección temprana y la vacunación son cruciales para evitar más pérdidas.

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Tragedia en Chihuahua: Otra menor fallece por sarampión en un brote que no cede
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