La presidenta Claudia Sheinbaum ha desatado una nueva polémica al cuestionar quién ocupará la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación tras las recientes elecciones judiciales. En su conferencia matutina, la mandataria señaló que el Instituto Nacional Electoral debe evaluar quién liderará el máximo tribunal, dejando en el aire el nombre del próximo presidente o presidenta.
Hugo Aguilar Ortiz, un abogado de origen mixteco, lidera los cómputos con más de 5 millones de votos, posicionándose como el favorito para presidir la Suprema Corte. Sin embargo, Sheinbaum destacó que la Constitución incluye un criterio de preferencia para las mujeres, lo que podría cambiar el rumbo de la decisión final.
En segundo lugar en las votaciones se encuentra la ministra Lenia Batres, con un 4.9% de los votos según el último corte oficial. La posibilidad de que una mujer asuma la presidencia ha generado expectativas, pero también críticas por la intervención de la presidenta en un proceso que debería ser autónomo.
Sheinbaum defendió la elección judicial como un ejercicio democrático, asegurando que la participación ciudadana fue notable. Sin embargo, sus comentarios sobre la necesidad de que el INE evalúe el criterio de género han levantado sospechas sobre posibles intenciones de influir en el resultado.
La mandataria no escatimó en elogios hacia Hugo Aguilar, destacando sus credenciales como un abogado reconocido y de origen indígena. Según Sheinbaum, su posible llegada a la Corte representa un cambio histórico, comparándolo con figuras como Benito Juárez.
Críticos han señalado que las declaraciones de Sheinbaum podrían interpretarse como una presión al INE para favorecer a una candidata afín a su proyecto político. Esto ha generado un debate sobre la independencia del proceso electoral judicial y la transparencia en la selección.
La presidenta también aprovechó para defender la reforma judicial impulsada por su antecesor, Andrés Manuel López Obrador. Según ella, este proceso busca garantizar un acceso igualitario a la justicia, aunque no todos comparten esta visión.
La incertidumbre sobre quién presidirá la Suprema Corte continúa, mientras el INE enfrenta la tarea de interpretar la Constitución y definir el rumbo del máximo tribunal. Las decisiones que se tomen en los próximos días podrían tener un impacto profundo en el Poder Judicial de México.
La elección de Aguilar o Batres no solo definirá el liderazgo de la Corte, sino que también marcará un precedente en la historia judicial del país. La atención está puesta en el INE, que deberá resolver este dilema bajo el escrutinio público.
Mientras tanto, las declaraciones de Sheinbaum han avivado el fuego de la controversia, con sectores opositores acusándola de intentar manipular un proceso que debería ser independiente. La batalla por el control de la Suprema Corte apenas comienza.