En las costas de Matamoros, Tamaulipas, un grave problema ambiental ha surgido tras el reciente lanzamiento del cohete Starship de SpaceX. La nave, que despegó el 27 de mayo desde Boca Chica, Texas, dejó millones de fragmentos de plástico y aluminio esparcidos en Playa Bagdad. Este desastre ha encendido las alertas entre ambientalistas y autoridades locales, que ahora exigen respuestas.
El cohete Starship, parte de los ambiciosos planes de Elon Musk para colonizar Marte, no logró completar su novena prueba de vuelo. Tras separarse de su propulsor Super Heavy, la nave explotó en el Golfo de México. Los restos, incluyendo 12 tanques metálicos de 4,500 libras, han llegado a las playas mexicanas, generando preocupación por el impacto ecológico.
La Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente de Tamaulipas, encabezada por Karina Lizeth Saldívar Lartigue, anunció que presentará una denuncia formal ante las autoridades federales. El objetivo es que se investigue el origen y la peligrosidad de estos desechos, que representan un riesgo para el ecosistema y la seguridad de los habitantes.
La organización Conibio Global A.C. ha documentado la magnitud del problema. Según sus reportes, los restos se extienden a lo largo de 40 kilómetros de litoral. Entre los desechos se encuentran partículas de plástico, aluminio y tanques con etiquetas de SpaceX, lo que confirma su origen en el lanzamiento fallido.
Playa Bagdad, conocida por ser un sitio clave para la anidación de la tortuga lora, una especie en peligro de extinción, enfrenta un riesgo máximo. Los desechos podrían ser ingeridos por las crías de tortuga, que están próximas a nacer, confundiéndolos con alimento. Esto pone en jaque años de esfuerzos por proteger a esta especie.
Además, los restos representan una amenaza para las familias pescadoras de la región. Los tanques metálicos dispersos en el mar podrían causar colisiones con embarcaciones, afectando la seguridad y la economía local. La situación ha generado indignación entre los habitantes, que ven peligrar su sustento.
Conibio Global ha solicitado a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente que eleve el caso a instancias internacionales. La organización exige que SpaceX asuma la responsabilidad por los daños causados. Mientras tanto, las autoridades locales han desplegado brigadas para evaluar la magnitud de la contaminación.
Karina Lizeth Saldívar instó a la población a no manipular los restos y a reportar cualquier hallazgo al 911. La secretaria reiteró el compromiso del gobierno estatal para proteger los ecosistemas costeros, pero destacó que la competencia principal recae en las autoridades federales debido a la naturaleza de los residuos y las aguas jurisdiccionales.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente ya ha iniciado labores de limpieza en conjunto con la Secretaría de Marina y la Comisión Nacional de Áreas Protegidas. Sin embargo, la magnitud del problema sugiere que la recuperación de la zona será un desafío. La playa, un espacio vital para la biodiversidad y el turismo, enfrenta ahora las consecuencias de una prueba espacial fallida.
Este incidente pone de manifiesto los riesgos de las actividades espaciales sin una planificación adecuada para la gestión de desechos. Mientras SpaceX avanza en su carrera por conquistar el espacio, las playas de Tamaulipas pagan el precio de un proyecto que, por ahora, solo ha dejado escombros y preocupación.

Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.
Restos de cohete Starship invaden playas de Tamaulipas tras prueba fallida de SpaceX
Compartir: