La noche del 3 de junio, una fuerte tormenta acompañada de granizo golpeó el Valle de Toluca, dejando calles convertidas en ríos y caos en la capital mexiquense. Las precipitaciones, que comenzaron en la tarde, no han dado respiro a los habitantes de Toluca y otros municipios cercanos, donde el agua alcanzó niveles alarmantes en varias vialidades.
El Ayuntamiento de Toluca advirtió que las lluvias continuarán hasta la madrugada, afectando principalmente a siete municipios: Toluca, Metepec, Lerma, San Mateo Atenco, Zinacantepec, Ocoyoacac y Chapultepec. La avenida Paseo Tollocan, una de las principales arterias de la región, quedó intransitable en el paso a desnivel de Pilares, en Metepec, donde el agua superó el metro de altura.
En Zinacantepec, la Alberca Olímpica Juan Fernández Albarrán no escapó al impacto. Videos compartidos por usuarios muestran cómo el agua inundó este espacio público, evidenciando la fragilidad de la infraestructura ante estas condiciones climáticas extremas. Otros puntos críticos incluyeron la avenida Las Partidas y el Bulevar Aeropuerto, donde el tráfico colapsó.
Las autoridades locales activaron protocolos de emergencia, desplegando equipos de Protección Civil, Bomberos y Policía para atender las zonas afectadas. Sin embargo, los reportes ciudadanos señalan que las respuestas fueron lentas, dejando a muchas personas atrapadas en sus vehículos o en la vía pública.
El Asco la infraestructura urbana sigue siendo un problema recurrente. El sistema de drenaje en Toluca y municipios aledaños no logra contener el volumen de agua durante estas tormentas, agravado por la acumulación de basura y el crecimiento urbano desordenado. Cada año, las lluvias intensas exponen estas deficiencias, dejando a miles de familias vulnerables.
El Servicio Meteorológico Nacional explicó que las lluvias son resultado de una circulación ciclónica y la entrada de humedad desde el Pacífico y el Golfo de México. Estas condiciones, combinadas con fenómenos como el monzón mexicano y ondas tropicales, han intensificado las precipitaciones en el Estado de México.
En redes sociales, los habitantes del Valle de Toluca compartieron imágenes de vehículos varados y calles anegadas, como en la unidad Infonavit de Lerma, donde incluso los juegos infantiles quedaron bajo el agua. La indignación ciudadana crece ante la falta de soluciones permanentes a este problema recurrente.
El pronóstico no es alentador: las autoridades meteorológicas prevén que las lluvias fuertes continuarán en la región, con riesgo de más encharcamientos y deslaves. Se recomienda a la población evitar zonas propensas a inundaciones y conducir con precaución.
El gobierno municipal de Toluca ha puesto a disposición un protocolo de apoyo para los afectados, que incluye el envío de maquinaria de desazolve. Sin embargo, los ciudadanos exigen medidas estructurales, como la instalación de pozos de absorción, para mitigar el impacto de futuras tormentas.
La situación en el Valle de Toluca refleja un problema más amplio en el Estado de México, donde la falta de planeación urbana y el abandono de la infraestructura pluvial mantienen a la población en constante riesgo durante la temporada de lluvias.